En una entrevista realizada con Marina Amarillo, quien es integrante de la Junta Vecinal del populoso barrio ubicado en el extremo sur de la localidad, señaló que la situación sanitaria se puede tornar muy grave “hay casas que tienen hasta tres pozos negros y no dan abasto, muchos no pueden pagar el desagote que cuesta mil pesos y varios deben hacerlo una vez por semana, es imposible sostener ese costo porque somos todos familias de trabajadores, no hay gente allí con importante poder adquisitivo, son laburantes y la situación económica hoy es compleja”.
“Hemos realizado notas al Ejecutivo, al Concejo Deliberante, estos últimos al menos dieron una respuesta, pero el gobierno municipal no nos respondió nunca” agregó que “hubo anuncios, tres veces se hizo, incluso se firmó que había un plan de obras, nunca pasó nada, ya no creemos más en las palabras hasta que las acciones comiencen, cuantas veces fuimos testigos que anunciaban en el día del pueblo, en el salón de actos, están las fotos y las notas periodísticas cuando firman, todo quedó en la nada” sostuvo.
“Nosotros queremos una solución, pedimos cloacas para todo el barrio y conexión de gas para la última parte del barrio, se hizo el anuncio el 12 de junio, hasta ahora no ingresó el cambio de ordenanza en el Concejo Deliberante, entonces de que nos hablan de compromiso” sostuvo la vecina.
“Hay alternativas para hacerlo con bajo costo, pero eso está en que las autoridades nos escuchen y se sienten a dialogar, hasta ahora nunca lo han hecho, siquiera nos reciban para indicarle cómo podemos lograrlo juntos, sabemos que tiene un costo, pero esta alternativa no es tan onerosa para el vecino” manifestó Amarillo.
“Hay un problema sanitario, las aguas servidas corren por las calles porque está saturados los pozos, no pueden constantemente desagotar, entonces no solo le afecta a quién tiene la perdida, sino aquellos que convivimos en la zona, es hora que hagan algo” señaló.
