El personal de los hospitales de Viedma y General Roca ha expresado su creciente preocupación por la crisis que atraviesa el sistema público de salud en la provincia.
Desde el inicio del año, trabajadores y profesionales, liderados por la Asociación Sindical de Salud Pública de Río Negro (Asspur), han llevado adelante una serie de reclamos y protestas en busca de mejoras. Aunque el conflicto alcanzó su punto máximo hace algunos meses, la situación ha vuelto a intensificarse, reflejando una crisis que sigue sin resolverse.
Demandas desatendidas y condiciones críticas en el Hospital Francisco López Lima
En el Hospital Francisco López Lima de General Roca, los trabajadores han denunciado que, a pesar de las protestas y las instancias de diálogo con las autoridades, «nada ha cambiado; por el contrario, la situación se ha profundizado». Según los trabajadores, las autoridades de salud parecen haber «normalizado» una situación que consideran grave. Mediante un comunicado, han detallado las múltiples problemáticas que afectan al hospital, entre las que se destacan:
Servicio de ginecología sin guardia varios días a la semana.
Guardia central con solo dos médicos.
Laboratorio limitado exclusivamente a emergencias.
Tomógrafo y mamógrafo fuera de servicio.
Falta de mantenimiento en equipamientos médicos vitales.
Ambulancias sin mantenimiento ni seguro obligatorio.
Desabastecimiento de medicamentos para pacientes crónicos.
Ante esta situación, los trabajadores han hecho un llamado a la comunidad para que se sumen a la defensa de una salud pública de calidad.
Hospital de Viedma: salarios bajos y condiciones precarias
En el Hospital de Viedma, los profesionales también han manifestado su preocupación por los bajos salarios y las condiciones laborales que afectan la calidad del servicio y la retención de personal. En FM de la Costa, un neonatólogo resaltó la significativa diferencia en el pago de guardias en comparación con otros hospitales y clínicas.
«La situación está complicada y no es de ahora, es de hace mucho», afirmó el doctor Pedro Acuña, quien señaló que la inflación y los retrasos en los pagos han empeorado la situación.
El doctor Acuña también subrayó que las guardias, esenciales para el funcionamiento del hospital, están muy mal remuneradas en comparación con otros lugares del país, lo que ha generado un desgaste considerable en el personal médico. «Nadie cuida al que cuida», concluyó, expresando el cansancio acumulado tras años de servicio en condiciones adversas.
El conflicto en el sistema de salud pública sigue latente, y la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades amenaza con profundizar una crisis que ya afecta a miles de personas en la provincia.