Fue una fría madrugada del mes de junio de 1930 un hecho insólito sorprendió a los pobladores de San Antonio Oeste.
Una extraordinaria marea del solsticio subió con tanta intensidad que logró romper el terraplén de la vía férrea en Punta Verde, en el extremo este del pueblo, y las aguas de la bahía inundaron la incipiente localidad.
Todo lo que es hoy el Ensanche Sur y el ex Aeródromo quedó bajo agua. Desgracia con suerte, felizmente esa zona todavía permanecía prácticamente despoblada, por lo que no se lamentaron víctimas fatales.
Cuentan que la invasión del agua llegó hasta las mismas puertas de la Comisaría, frente a la plaza central. Aguas mansas, se retiraron cuando la inaudita marea bajó.
Sarcasmo de su destino –justo en este pueblo, que reclamaba agua a los cuatro vientos–, o fenómeno de la naturaleza sabia, el susto ocasionado por aquella pleamar inesperada quedó grabado en la memoria de los pobladores durante largos años.
Relato de «Memorias de Izco-irizar». La foto pertenece a Analía Oro Luros cuenta en «Yo soy de san Antonio Oeste»: foto sacada desde el techo de Chironi, hacia el fondo de San Martín , después el tio de mi papá Alfonso De Marco, fue a avisar a la comisaría , no le creyeron y lo metieron preso. El motivo era porque tenían unos políticos presos y pensaron que era un invento para que se escapen.