El puerto de ultramar rionegrino, ubicado en San Antonio Este, atraviesa uno de los momentos más difíciles en su historia portuaria, con una fuerte caída en la actividad pesquera y frutícola que compromete seriamente el empleo y la economía local.
La situación es crítica. Así lo confirmó Cristian López, gerente general de la terminal portuaria, quien advirtió que “la actividad viene cayendo año tras año, los últimos siete u ocho meses de cada año prácticamente se paraliza”.
Uno de los factores más preocupantes es la ausencia casi total de langostino y la escasa presencia de merluza, lo que ha dejado los muelles prácticamente vacíos. Según explicó López, “con respecto a la actividad pesquera, hoy es casi nula desde hace varios meses. El langostino no ha aparecido y la merluza sale en mucha menor escala” ssotuvo en Radio Mitre Patagonia.
Aunque la pesca no es el eje central del puerto —ya que en su mayoría se realiza en San Antonio Oeste—, su merma impacta de forma indirecta en la economía regional, afectando la generación de empleos y los ingresos de la comunidad.
El panorama no mejora en el sector frutícola, clave para la exportación. López señaló que “la temporada actual es sustancialmente menor que la de 2024, que ya había sido baja”. Esta baja en los volúmenes exportados tiene consecuencias directas en la operatividad del puerto y en la estabilidad laboral de sus trabajadores.
Se estima que la temporada cerrará con una caída del 20% respecto a 2024. Aún más preocupante, si se compara con una temporada “normal”, la actividad actual se encuentra entre un 50% y un 70% por debajo de los niveles requeridos para considerarse aceptable.
En la actualidad, el puerto de SAO emplea a 175 personas de forma permanente y genera entre 60 y 70 empleos indirectos, todos ellos en riesgo ante la falta de actividad.
La combinación de factores climáticos, falta de recursos pesqueros y caída de exportaciones ha sumido al puerto en una situación que preocupa tanto a los trabajadores como a las autoridades, quienes esperan medidas urgentes para evitar un deterioro mayor en la economía local.