Ariel Castillo, secretario general del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP) en San Antonio Oeste, calificó como «muy positiva» la audiencia mantenida recientemente con la Secretaría de Trabajo de Río Negro, en la que por primera vez participaron de manera conjunta los tres gremios que representan a los trabajadores de ALPAT.
La reunión se enmarca en la grave situación que atraviesa la empresa Álcalis de la Patagonia, única productora de carbonato de sodio del país, cuyo funcionamiento está amenazado por el fuerte incremento en los costos energéticos.
“La audiencia del jueves fue muy importante, porque es la primera vez que los tres sindicatos estamos juntos tratando el mismo tema en un solo espacio. Eso es un avance que se logró con la intervención de la Secretaría de Trabajo”, explicó Castillo. La instancia concluyó con un cuarto intermedio hasta el lunes 19 de mayo, fecha en la que se espera una respuesta concreta por parte del gobierno provincial respecto a un pedido de ayuda financiera.
Castillo detalló que la propuesta inicial de los sindicatos era lograr, con apoyo gubernamental, una reducción del impuesto al gas. Sin embargo, ante la falta de una oferta superadora por parte de las proveedoras, se optó por solicitar una asistencia económica directa que permita afrontar los sobrecostos energéticos durante el invierno. La ayuda, aclaró, no está destinada al pago de salarios, sino a cubrir la diferencia entre el costo del gas en verano e invierno, en el marco de una emergencia energética.
“Lo que estamos esperando es que la provincia confirme la asistencia financiera. Además, pedimos que se establezcan veedores de la Secretaría de Trabajo para garantizar que los fondos se destinen a lo acordado y se rindan informes periódicos”, señaló.
El contexto de esta gestión se enmarca en el proceso preventivo de crisis iniciado por la empresa, que concluye el próximo 21 de mayo. Según Castillo, el objetivo de los gremios es cerrar ese proceso sin despidos ni suspensiones, y con el compromiso de actualización salarial, pago de retroactivos y premios.
ALPAT emplea de manera directa a unos 500 trabajadores, pero se estima que más de 1.000 personas dependen de manera directa o indirecta de su funcionamiento. La posible paralización de la planta impactaría en áreas como transporte, seguridad, comedores, servicios de cantera y otros proveedores locales.
En paralelo, Castillo reconoció que hay entre 30 y 40 trabajadores que evalúan adherirse al plan de retiros voluntarios propuesto por la empresa. Desde los gremios, aseguró, se brinda asesoramiento a cada uno de ellos para que tomen decisiones informadas.
También hizo referencia al acompañamiento político recibido: “Hemos tenido apoyo del Concejo Deliberante, el municipio y varios legisladores provinciales. Aunque todavía hay referentes que no se han comunicado, valoramos cada muestra de respaldo”.
Por su parte, la CGT Río Negro Zona Atlántica emitió un comunicado expresando su total apoyo al reclamo de los trabajadores de ALPAT. En el texto, la central obrera exigió respuestas urgentes de los gobiernos nacional y provincial para evitar la pérdida de cientos de puestos de trabajo y una crisis social en la región.
La próxima audiencia del lunes 19 podría marcar un punto de inflexión. “Creemos que será un antes y un después. Estamos trabajando con responsabilidad y optimismo para lograr una solución que garantice la continuidad de la producción y la estabilidad de la comunidad”, concluyó Castillo.