Comenzó la campaña política antes del plazo oficial. Si bien el 27 se inicia formalmente, los frentes ya se mueven por las redes, las ciudades, los medios de comunicación, actos y todo el folclore de estos tiempos electoralistas.
Empiezan a aparecer los encuestadores, que suelen mostrar números distintos según quién financie sus trabajos, y que a la postre resultan muy diferentes a lo que la ciudadanía expresa en las urnas.
También proliferan perfiles de pseudo periodistas que publican informes a favor de unos u otros, sostenidos con cuentas abonadas bajo cuerda por los propios políticos. Facebook, Instagram, TikTok y demás plataformas se convierten en escenarios de esa propaganda encubierta.
En campaña parece que todo vale: acusaciones cruzadas, como las vistas recientemente en la Cámara de Diputados y luego amplificadas por diarios digitales. “Nada nuevo bajo el sol”, diría la frase recurrente en política. Todo está inventado: la cuestión es quién le da más difusión a la grieta… o quién logra romperla.
En ese proceso está ahora Juntos Somos Río Negro, que apuesta al empuje de sus intendentes para que sus candidatos ingresen en ambas cámaras. Es la jugada fuerte de Alberto Weretilneck, que además envió a ministros y secretarios a “hacer territorio”.
Entre los extra partidarios sumó a Cortés de Bariloche y a Albrieu de Villa Regina, con la expectativa incluso de ampliar la base en localidades más pequeñas que también puedan aportar a la suma.
La salida del PRO de la alianza fue recibida como una buena noticia por el provincialismo y por el justicialismo. Allí muchos libertarios, que no comulgan con la figura de Lorena Villaverde, podrían terminar volcándose al color amarillo. Juan Martín, a su vez, centrará sus críticas en la actual diputada nacional, sobre todo por las múltiples causas judiciales que arrastra.
Aquí la opción no es quedar tercero: todos salen a buscar su chance, hurgando en cada rincón.
El justicialismo apostará al “antimileísmo”. Así se percibió en los discursos en San Antonio Oeste, donde recalaban Marks y Leineker, instalando esa bandera como eje de campaña.
Si antes el escenario estaba polarizado, a medida que se acerca octubre comienza a perfilarse un mapa de tercios. Eso también se refleja en el ejido sanantoniense.
La sociedad decidirá, especialmente en las semanas previas a la contienda, pero los primeros sondeos muestran una dispersión de votos hacia distintas fuerzas.
En la costa atlántica, el PRO aparece más organizado que La Libertad Avanza. JSRN, que viene de reunión en reunión, también se mueve. El peronismo, en tanto, se ha abroquelado en las últimas semanas, mientras que la UCR irá dividida.
El vecinalismo de Compromiso Ciudadano, según su líder Fabio León, dejará libertad de acción a sus seguidores y no se involucrará en una elección nacional.
A partir de ahora, el trabajo quedará en manos de los adeptos y afiliados de cada espacio. JSRN, en particular, deberá redoblar esfuerzos en la zona sanantoniense: sus candidatos, en las tres localidades, son todavía los menos conocidos.
