Los gangliones o quistes artrosinoviales son la formación de un nódulo por debajo de la piel, más común en la mano. No son cancerosos y, en la mayoría de los casos, no hacen daño. Ocurren en varias ubicaciones, pero lo más frecuente es que se desarrollen en el dorso o el lado palmar de la muñeca. Estos quistes llenos de líquido pueden rápidamente aparecer, desaparecer y cambiar de tamaño. Muchos quistes ganglionares no requieren tratamiento. Pero si el quiste es doloroso, interfiere con la función o tiene un aspecto inaceptable, hay varias opciones de tratamiento disponibles.
Un quiste ganglionar surge en una articulación, como un “globo con un pedículo”. Crece a partir de los tejidos que rodean una articulación, como los ligamentos, las vainas de los tendones y los recubrimientos de las articulaciones. Dentro del quiste, hay un líquido espeso y viscoso, similar al líquido que lubrica las articulaciones.
¿Por qué aparecen?
No se sabe exactamente que desencadena la formación de este tumor quístico. Son más comunes en personas jóvenes entre los 15 y 40 años de edad, y las mujeres tienen más probabilidad de padecerlos que los hombres. También son comunes en quienes repetidamente esfuerzan y sobrecargan la muñeca. La mayoría de los quistes ganglionares forman un nódulo visible, pero los más pequeños pueden permanecer escondidos. Aunque la mayoría no producen síntomas algunos pueden causar dolor, hormigueos y debilidad muscular. Los quistes más grandes, aunque no sean dolorosos, pueden preocupar en cuanto a su aspecto.
El examen clínico es suficiente para diagnosticarlo pero a veces se necesita una RNM o una ecografía para detectar un quiste ganglionar oculto que no es visible, o para diferenciar el quiste de otros tumores.
Tratamiento.
El tratamiento inicial de un quiste ganglionar no es quirúrgico. Debido a que el quiste ganglionar no es canceroso y podría desaparecer con el tiempo, si usted no tiene síntomas, la recomendación podría ser simplemente esperar y observar para estar seguros que no ocurren cambios inusuales. La actividad a menudo hace que el quiste aumente de tamaño causando dolor. Un inmovilizador o una férula para la muñeca podrían aliviar los síntomas y hacer que el quiste ganglionar se reduzca. A veces el tratamiento podría consistir en la aspiración del contenido del quiste, esta aspiración con frecuencia no logra eliminar el quiste ganglionar porque no se remueve la «raíz» o conexión con la articulación o con la vaina del tendón. Un quiste ganglionar puede ser como una “maleza que volverá a crecer si la raíz no se extirpa”. En muchos casos, el quiste ganglionar vuelve a formarse después de un procedimiento de aspiración. Podría recomendarse cirugía si los síntomas no se alivian con métodos no quirúrgicos, o si el quiste ganglionar vuelve a formarse después de la aspiración. Incluso después de la resección, hay una pequeña probabilidad de que el quiste vuelva a formarse. Las actividades normales por lo general pueden retomarse 2 a 6 semanas después de la cirugía.
Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.