El síndrome de dolor patelofemoral es el dolor en la parte delantera de la rodilla, alrededor de la rótula (patela). El dolor de rodilla a menudo aumenta cuando uno corre, sube o baja las escaleras, se sienta por largos períodos o se pones en cuclillas.
Causas.
Los especialistas no están seguros de cuál es la causa del síndrome de dolor patelofemoral, pero se ha asociado con:
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Los deportes que implican correr o saltar suponen una tensión repetitiva sobre la articulación de la rodilla, lo que puede provocar irritación detrás de la rótula.
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Desequilibrios o debilidad muscular. El dolor patelofemoral puede producirse cuando los músculos alrededor de la rodilla no mantienen la rótula correctamente alineada.
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Los traumatismos en la rótula, como la luxación o la fractura, se han vinculado con el síndrome de dolor patelofemoral.
Los factores que pueden aumentar el riesgo son:
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Comúnmente, el síndrome de dolor patelofemoral afecta a adolescentes y adultos jóvenes.
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Las mujeres tienen el doble de posibilidades que los hombres de padecer dolor patelofemoral. Esto puede deberse a que la pelvis más ancha en las mujeres aumenta el ángulo en que se unen los huesos en la articulación de la rodilla.
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Algunos deportes. Realizar deportes que impliquen correr y saltar puede exigir demasiado las rodillas.
El síndrome de dolor patelofemoral suele provocar un dolor leve en la parte delantera de la rodilla. Este dolor se puede intensificar al hacer algunas actividades como subir o bajar escaleras, arrodillarse o ponerse en cuclillas, sentarse con una rodilla flexionada durante períodos prolongados.
Diagnóstico y tratamiento.
Se iniciara con un examen físico de ambas rodillas y se podrán solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes, tales como: radiografías, tomografías computadas y resonancias magnéticas. Por lo general, el tratamiento del dolor patelofemoral comienza con algunas medidas simples como evitando o modificando las actividades que intensifican el dolor, como subir escaleras, arrodillarse o ponerse en cuclillas. Si es necesario, se pueden tomar analgésicos. Un fisioterapeuta podría sugerir lo siguiente: ejercicios de rehabilitación, dispositivos de inmovilización, hielo después de una actividad física o deportes saludables para las rodillas. Si los tratamientos no quirúrgicos no son efectivos, el especialista podría sugerir una cirugía (artroscopia o realineación rotuliana).
Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital Aníbal Serra.