La secretaria de Hacienda del municipio local, Micaela Arruabarrena, aseguró que “la totalidad de los gastos de la comuna están debidamente justificados y registrados” y destacó que incluso las adquisiciones directas, que son atribución del Ejecutivo, cuentan con la intervención del Concejo Deliberante.
En una entrevista radial, la funcionaria explicó que el municipio trabaja con un presupuesto “acotado y complejo”, en un contexto económico que también afecta a las provincias y a las familias. Sin embargo, sostuvo que cuando surge un faltante de recursos en alguna área se pueden redestinar partidas de otras que no se utilizan, “siempre con justificación y con el aval del Concejo Deliberante”.
Uno de los temas centrales de la conversación fue el proyecto para privatizar la cobranza de deudas municipales. Arruabarrena dejó clara su postura en contra: “No coincido con esa iniciativa. Estamos trabajando en conjunto con el área legal del municipio y ya hemos implementado sistemas de gestión que vienen dando buenos resultados”.
La funcionaria subrayó que el municipio cuenta con herramientas legales y administrativas propias para gestionar los cobros y que su área, junto con Desarrollo Humano, atiende caso por caso a los contribuyentes morosos. Según indicó, en situaciones justificadas se otorgan facilidades de pago, especialmente cuando se trata de familias en condiciones de vulnerabilidad.
Consultada sobre la crítica recurrente respecto al uso de tierras municipales como forma de pago, Arruabarrena aclaró que la venta de terrenos constituye un fondo específico para obras. “Siempre esos fondos se destinan a obras, y los procesos se consensúan con el Concejo. Antes las obras grandes llegaban con financiamiento nacional o provincial, hoy no es así, y debemos afrontarlas con lo que tenemos”, explicó.
También respondió a las dudas en torno a los montos de compras directas, que en algunos casos superan los 70 millones de pesos: “No son cifras arbitrarias. Están parametrizadas y definidas por normativa, no por la Secretaría de Hacienda”.
La titular de Hacienda reconoció que el municipio atraviesa dificultades financieras, con problemas de recaudación debido a la crisis general: “Muchas veces los vecinos deben elegir entre pagar sus servicios básicos o cumplir con los tributos. Nuestro objetivo es que no se endeuden más y puedan ponerse al día”.
En ese sentido, diferenció entre los contribuyentes que realmente no pueden cumplir y aquellos que, teniendo capacidad de pago, esperan moratorias para regularizar su situación: “El municipio debe ser claro: no es lo mismo cumplir que no cumplir”.
Arruabarrena coincidió en que la función principal de la comuna es garantizar servicios básicos de calidad: “El municipio debe ser, en esencia, una empresa de servicios. Hoy trabajamos con recursos limitados, pero aún así se llevan adelante obras y se responde desde todas las áreas”.
Finalmente, resaltó el compromiso del personal municipal y de sus pares en el gabinete: “Son muchos los que trabajan con la camiseta puesta y logran resultados con pocos recursos. Ese esfuerzo merece ser reconocido”.