La llegada de nuevas cañerías destinadas al proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) del consorcio Southern Energy volvió a evidenciar, por segunda vez en pocos meses, el profundo cambio de perfil que atraviesa el puerto de San Antonio Este (SAE).
La terminal, históricamente marcada por la actividad frutícola durante seis meses al año, avanza ahora hacia un rol estratégico para el sector energético, con un movimiento constante de buques y materiales de gran porte.
En el segundo semestre ya ingresaron dos barcos con suministros vinculados a obras petroleras y gasíferas. A fines de septiembre, la terminal concesionada a la empresa Patagonia Norte había recibido 8.000 toneladas de acero para los tanques del Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), en Punta Colorada. El martes pasado fue el turno del buque Billion Star, que descargó 10.000 toneladas de caños para un sistema de ductos de 27 kilómetros: un gasoducto terrestre de 15 kilómetros y 30 pulgadas de diámetro que enlazará con el Gasoducto San Martín.
Un “puerto estratégico” para el avance energético
Desde Southern Energy destacaron a EnergíaOn que el puerto de SAE “es estratégico” para los proyectos de GNL. Voceros del consorcio explicaron que la terminal “no solo servirá para la llegada de insumos, como está sucediendo con los caños o próximamente con equipamiento para la planta compresora y componentes del sistema de amarre de los buques FLNG”, sino que funcionará como base primaria de operaciones.
“Allí se gestionarán los servicios al Hilli Episeyo y al MK II: transporte de personal, provisión de alimentos, repuestos y todo tipo de insumos, además del servicio de remolcadores”, detallaron.
El consorcio, encabezado por Pan American Energy, también proyecta construir un gasoducto de mayor diámetro que los habituales en Vaca Muerta y Argentina, cuyo trazado llegará al área de Fuerte Argentino. Ese desarrollo podría nuevamente requerir el ingreso de materiales por San Antonio Este.
Un nuevo barco en diciembre
Patagonia Norte adelantó que hacia el 10 de diciembre arribará otro buque con 130 módulos habitacionales y un número similar de contenedores destinados al VMOS.
En la actualidad, 180 empleados trabajan en el puerto de SAE. La llegada de tres barcos en el segundo semestre permitió mantener la actividad sin períodos de inactividad, algo que en temporadas anteriores había sido un desafío para la empresa.
Si bien el puerto de Puerto Madryn también es un punto operativo relevante, la cercanía de SAE a Punta Colorada y especialmente a Fuerte Argentino —donde se construirá el hub exportador de GNL— reduce sustancialmente los costos logísticos. En estos proyectos, el costo marítimo representa apenas un 3%, mientras que el transporte terrestre asciende al 8%, lo que vuelve a la terminal rionegrina un punto decisivo.
Cristian López, gerente de Patagonia Norte, explicó que los acuerdos marítimos requieren extensos plazos de negociación y que actualmente hay múltiples consultas para operar en SAE. Sin embargo, alcanzar acuerdos demanda meses debido a la complejidad del material a descargar, su acopio y las condiciones específicas que exige cada operación.
Además, arribarán cargas voluminosas y pesadas que demandarán una logística innovadora y, en algunos casos, almacenamiento en origen. Para ello, ya se realizan estudios destinados a adecuar la infraestructura a las exigencias de los futuros clientes.
Arenas para fracking: una alternativa en evaluación
Fuentes del sector petrolero regional confirmaron que se evalúa ingresar arenas silíceas para fracking a través del puerto de SAE. Actualmente, la provisión desde Entre Ríos —el principal origen de este insumo— enfrenta dificultades logísticas, lo que llevó a considerar el transporte marítimo como alternativa viable.
Los barcos que podrían partir desde Ibicuy, Entre Ríos, tendrían capacidad para transportar unas 40.000 toneladas por viaje, según el calado de la terminal mesopotámica. Esta opción tomó fuerza ante el crecimiento proyectado para Vaca Muerta y la necesidad de abastecer al VMOS y los proyectos de GNL que se desarrollarán en la costa rionegrina.

Impacto en la región y expectativas económicas
El avance del oleoducto VMOS y los primeros pasos del proyecto de GNL generan expectativas crecientes en San Antonio Oeste, Las Grutas y el puerto de SAE. Así lo expresó el intendente Adrián Casadei, quien afirmó que ya se observa “mucha demanda laboral” y que el puerto del Este será “el lugar más importante, porque todo el mantenimiento de la estructura que se montará al sur de Las Grutas se sostendrá desde allí”.
Casadei detalló que el VMOS ya tuvo impacto en el mercado inmobiliario y la gastronomía, mientras que el desembarco del consorcio SESA empieza a generar nuevas fuentes laborales. “Hay una inercia distinta”, reconoció, destacando la llegada de la empresa colombiana Buzca y la firma Socotherm Americas, que solicitó 30 hectáreas para instalarse, además de otras compañías vinculadas al manejo de residuos industriales.
El intendente destacó los esfuerzos para capacitar mano de obra local, mediante cursos de inglés, programas de la UOCRA y diplomaturas impulsadas por la Provincia, con el objetivo de preparar a los rionegrinos para “esta economía nueva”.
Sin embargo, también planteó desafíos: “La primera responsabilidad es que esta economía no perjudique a las que ya tenemos: turismo, pesca, Alpat, el puerto, las plantas de aceite de oliva. No debe reemplazarlas, sino sumarse”. Además, subrayó la necesidad de minimizar los impactos ambientales y planificar a largo plazo.
Los primeros proyectos ya están en marcha
Dos empresas fueron las primeras en confirmar su radicación en el parque industrial local a partir del proyecto de GNL:
• Buzca SA, de origen colombiano, se encargará de la construcción que vinculará la costa rionegrina con el barco de licuefacción. Sus tareas incluirán ingeniería, montaje y obras con un plazo estimado hasta septiembre de 2026.
• Socotherm Americas firmó con el municipio un acuerdo estratégico para instalar una planta logística y de revestimiento anticorrosivo y soldadura de tubos. La empresa solicitó alquilar 30 hectáreas, con 10 reservadas para una posible compra futura.
La planta dará soporte a las obras de infraestructura asociadas al GNL en el Golfo San Matías y a los futuros ductos de exportación de Vaca Muerta.


