La curiosidad es el motor hacia nuevas aventuras, eso mismo fue lo que motivó a Ailén Miles para ingresar a la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina (ESSA). La joven de 20 años es oriunda de Las Grutas, Río Negro, y actualmente se encuentra transitando sus primeros meses como Aspirante Naval.
“No conocía la Armada Argentina. Inicialmente había pensado en otras Fuerzas, pero tengo un tío quien es Suboficial Segundo Enfermero en el Batallón de Infantería de Marina Nº 2 y me propuso conocer la Institución”, relató Ailén.
La joven rionegrina admite que él no le comentó demasiado, sólo le dio la información necesaria para ingresar y la desafió a que haga su propia experiencia. Cuenta que para llegar a la ESSA tuvo que trabajar durante todo un año a fin de conseguir los recursos económicos para adquirir los elementos requeridos para el ingreso. “A los 18 años terminé mis estudios en la Escuela Secundaria Rionegrina Nº 98 y luego me dediqué a trabajar cuidando una nena y administrando propiedades.”
Ese sacrificio le permitió a la joven llegar a Puerto Belgrano –Base Naval al sur de la provincia de Buenos Aires donde se encuentra la escuela de formación– dando su paso inicial en el Período Selectivo Preliminar (PSP).
En esa primera etapa de adaptación, la grutense encontró lo que estaba buscando, su vocación: “Me gusta este estilo de vida, los valores, la rectitud, el modo en que nos forjan el carácter, el sentido de pertenencia a la Patria”. Aunque confiesa que sigue siendo un sacrificio estar lejos de su familia desde que ingresó.
La Aspirante Naval Miles cuenta que “la despedida fue difícil. Con quien más se me dificultó fue con mi hermanito de 13 años que tiene autismo. Nuestro vínculo es estrecho y fue duro dejarlo, aunque también es por él que sigo adelante”.
Para ella, acordarse de su familia y amigos viene acompañado de recuerdos de la playa, de la tranquilidad del balneario en que vivía, de las gaviotas en la costa. “Siempre viví al lado del mar, me encanta la playa. Solía ver barcos desde la costa y me llamaba la atención saber cómo eran, qué se hacía dentro. Quizás de ahí viene la curiosidad que me trajo hasta acá.”
Y en su relato aparece la figura de un barco. Ese es el lugar donde le gustaría estar, donde anhela desarrollarse profesionalmente. Ailén pertenece al escalafón Furriel, especialidad relacionada al quehacer administrativo en la Armada.
“Era una de las especialidades que más me interesaba, por lo que estoy contenta. Después me gustaría desempeñarme como furriel en un barco, navegar, llegar a tener la oportunidad de ir a la Antártida también”, soñó la oriunda de Río Negro.
Sobre lo que más le gusta de la Armada, la joven cuenta que es un mundo distinto, donde tiene todo por conocer y aprender. “El valor que se le da en la Armada a los símbolos patrios me maravilla, ojalá haya muchos jóvenes que puedan ver esto y elijan esta carrera tan comprometida con el país”, finaliza Ailén Miles. (Fuente Gacetamarinera.com.ar)