La División de Canes de San Antonio Oeste, se encuentra en la ciudad de Cipolletti participando en la capacitación de perros antinarcóticos de toda la Patagonia.
De la brigada se encuentran presentes los guías sargento Diego Roldan, cabo Mateo Diumacan y el can Taylor de la seccional de nuestra comunidad. Las jornadas de capacitación para actualizar metodologías de trabajo y perfeccionamiento de canes en la detección de drogas se extenderá toda la semana finalizando el viernes. Está siendo dictada por la Policía Federal y es el segundo encuentro que se realiza, con la participación de alrededor de 17 perros y casi 50 policías comprometidos en la búsqueda de estupefacientes de diferentes provincias.
Se encuentran los mejores detectores de narcóticos, los que tienen un olfato incorruptible, entre ellos el Can Taylor, son algunos de los perros que entrenan la policía de Río Negro, Neuquén y otras provincias de la zona patagónica para poner fin a la circulación de drogas en las calles. Las razas varían entre Mestizos, labradores, malinois y otros, el espacio de entrenamiento y capacitación es el predio de la División Canes, ubicada en Ferri, donde intercambiaron ideas y unifican criterios de trabajo.
“Un perro bien entrenado tiene un olfato indiscutible e inquebrantable. Una vez que aprende a detectar el olor, nada lo corrompe. Su margen de error es nulo. Los que nos podemos equivocar somos nosotros. Por eso es una herramienta fundamental de trabajo, incluso para la búsqueda de personas. Con su nariz nos lleva a lugares que con nuestra vista jamás percibiríamos”, sostuvo uno de los organizadores, el sargento Cristian Ramos, a cargo de la División Canes de Cipolletti.
En estos momentos se encuentran capacitándose casi todo el personal que trabaja con perros en la zona sur del país. Incluso se contaba con el arribo de una comisión procedente de Ushuaia. “La meta es la misma, sacar todo lo malo de las calles y trabajar para la gente que lo necesita”, expresó Ramos.
Para el entrenamiento de los canes, se tienen muchos métodos, pero a ellos les funcionan bien el activo, cuando el perro ladra o rasca el bolso donde se presume que hay droga, y el pasivo, cuando se echa en el lugar donde hay presencia de estupefaciente.