Si bien la nueva reunión será en febrero una vez que se levante la feria, ya que la misma pasó a cuarto intermedio, todo indicaría que la justicia resolverá que los líquidos y desechos de langostinos sean tratados en la nueva planta de procesamiento que se inauguró hace pocas semanas.
En la última reunión la jueza Vanessa Kozaczuk, titular del Juzgado Civil, Comercial, Minería, Sucesiones y Familia N° 9 de San Antonio Oeste explicó la problemática planteada por los amparistas en su momento y cuyo procedimiento legal ya lleva al menos dos años.
Asimismo se acreditarán las notas remitidas en cumplimiento a lo ordenado en la sentencia y los organismos ambientales, tanto provincial como municipal deberán acreditar justamente la remediación en la zona del cerro Banderita que fue utilizada en su momento como lugar de sacrificio y que inició todo esta movida vecinal que decantó en el recurso legal.
En este sentido la municipalidad de San Antonio deberá exponer ante los mismos la reciente ordenanza de disposición final donde deben tratar los desechos de la pesca, tanto líquido como material orgánico, en especial el langostino.
En este caso si la ordenanza y la disposición de la empresa es solucionar el interés colectivo de la comunidad, la jueza de amparo podría dictaminar que todo lo que se extraiga de las pesqueras terminen en las plantas de procesados.
En este caso deberán cerrar las cavas, cuyo contrato finaliza con la salida del gobierno actual y la problemática deberá pasar al que llega, en este sentido la propuesta es que los tratamientos se cumplan en el lugar específico y que no se elimine como aún sucedería, los líquidos en los campos y en otros sectores no habilitados.