En 1931 un grupo de tucumanos futbolistas que llegaron desde los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, para trabajar en los de San Antonio Oeste, junto a otros que ya estaban aquí, fundaron el Club Talleres.
Fueron protagonistas en los orígenes de esta institución, por apellidos, Cividini, Cruz, Ibáñez, Lobo, Palacios, Casalla, Porreti, Alfaro y muchos otros.
Para la década del 30’ los clubes de fútbol de San Antonio Oeste ya se habían agrupado en la Liga Sanantoniense de Football –el neologismo aún no se había castellanizado–, para poder federarse ante la autoridad del fútbol argentino (AFA) e intervenir en los campeonatos nacionales.
Viejos hábitos del fútbol, se cuenta que por entonces los jugadores de cada equipo todavía no usaban el número grabado en la casaca. Y según aseguran, las escuadras tampoco tenían banco de suplentes.
Fue una época prolífica de torneos locales y regionales y jugadores excepcionales. Entre los más recordados que vistieron la casaca tallarín estuvieron los hermanos Julio y Luis “Patita” Geoffroy, los hermanos Ullúa y Roglich, entre otros.
Además recordar especialmente a Don Juan Carlos Irizar que bajo su gestión como presidente se realizó el gimnasio cubierto con la colaboración eterna de muchos que, como él, ya no se encuentran entres nosotros.