Como ya hemos expresado, cada vez son más evidentes las fragilidades y ajustes en el Sistema de Salud de la provincia de Río Negro. La pandemia puso en el centro la necesidad de que el Estado asuma el rol que le corresponde en el cuidado del proceso de salud de las comunidades. Nos dicen que el sistema está fortalecido, pero en los pasillos y en las salas de los hospitales, directivos y trabajadores confiesan que estamos peor que el año pasado.
El conflicto en salud tiene una razón principal. El feroz ajuste, malas condiciones de trabajo y la rebaja salarial producida en los últimos cuatro años, profundizada en salud con la pandemia. Hoy la Función Pública se reúne, y no planean tratar estas problemáticas.
La Gobernadora Carreras, como si llevara el barbijo en los ojos y oídos, esgrime el menosprecio al colectivo de trabajadores de salud, ASSPUR. Argumenta que no nos recibe porque “son muy poquitos”. Sra. Gobernadora, nosotros le preguntamos: ¿Cuántos considera suficientes en las calles para que nos reciba? ¿Cuántas personas trabajadoras de Salud Pública cree usted que deben dejar de atender su puesto de trabajo y salir a reclamar por un salario digno y mejores condiciones laborales? ¿Pretenderá que plantemos los servicios y se los entreguemos como en los ’90? ¿O pretende ver morir más trabajadores de salud y ciudadanos para reaccionar frente a nuestros reclamos?
La negociación colectiva con los verdaderos y genuinos representantes de los trabajadores (y más en un sector como salud), es parte esencial del trabajo decente, según la Constitución y la Organización Internacional del Trabajo, y la única forma de preservar la planta de trabajadores y una salud de calidad para el pueblo. Este colectivo ha dado pruebas suficientes de su entrega, del sacrificio, y sobre todo de la responsabilidad frente al rol que las circunstancias globales le han encomendado. El gobierno de JSRN, desprecia a los trabajadores y trabajadoras de la salud, porque a la negación de “reconocimiento” ahora suma el “desconocimiento” del conflicto y sus protagonistas. El gobierno lejos de atender el reclamo, se ostrifica y niega derechos fundamentales.
La endeble estructura sanitaria provincial, queda aún más expuesta en esta segunda ola. Personal agotado, ninguneado, con secuelas, debe afrontar las consecuencias, y sostener los hospitales durante su colapso. Trabajadores/as que se contagian y re-contagian, camas de terapia al 100%, oxígeno limitado, insumos a cuentagotas, fallas y roturas en las instalaciones edilicias, son algunos ejemplos que dejan en evidencia, lo frágil de la estructura sanitaria que el gobierno provincial publicita como brillante.
Desde ASSPUR – FRESPROSA Delegación Río Negro, llevando la voz de quienes trabajamos los hospitales de la provincia, rechazamos el accionar del gobierno, y la complicidad de quienes guardan silencio y miran hacia otro lado.
¡Seguiremos en lucha hasta obtener respuestas! Por la recomposición del 75%. Por la inclusión de ASSPUR en una verdadera paritaria sectorial. Por la modificación de la Ley 801/2021. Por la baja de la edad Jubilatoria y reducción de la jornada laboral.
¡Que el barbijo no les tape los ojos! (C.D.P. ASSPUR – FESPROSA R.N.)