Inicio Salud Artrosis y dolor. ¿Cuándo es el momento de una prótesis?

Artrosis y dolor. ¿Cuándo es el momento de una prótesis?

En las ultimas semanas el  interés público que ha tomado las cirugías de implantes protésicos a que se han sometido dos futbolistas muy reconocidos, Diego Maradona (prótesis de rodilla)  y Gabriel Batistuta (prótesis de tobillo), pueden llevar a pensar que la cirugía es la mejor opción para resolver los problemas de la artrosis. Sin embargo, la cirugía “es un último recurso que debe reservarse para los casos en que las otras opciones de tratamiento no funcionan”.

Cuándo está justificada la cirugía.

Antes de recurrir a la cirugía, es conveniente agotar los tratamientos convencionales para contener el dolor y conservar la movilidad de las articulaciones afectadas. Estos tratamientos suelen consistir en fármacos y pueden complementarse con otras técnicas como la fisioterapia. Asimismo, es conveniente haber cumplido las recomendaciones habituales para frenar la progresión de la enfermedad como controlar el peso y ejercitar las articulaciones sin abusar de ellas. En aquellos casos en que las recomendaciones y los tratamientos convencionales no son suficientes para contener el dolor y para que el paciente pueda seguir haciendo sus actividades habituales está justificado el tratamiento quirúrgico.

Una intervención importante.

Implantar una prótesis en una articulación con artrosis no es una operación menor. Existen varias complicaciones que tienen que contemplarse y ser valoradas en el contexto de cada paciente de manera de sopesar los riesgos y los beneficios a la hora de indicar esta cirugía.

Entonces, ¿a qué edad uno debe operarse?

Las prótesis  tienen una duración limitada, por lo tanto, si se implanta una prótesis a una persona relativamente joven, es probable que se tenga que acabar cambiando, lo cual es un problema porque cambiar una prótesis es más complejo y tiene más riesgos que implantarla por primera vez. Reconociendo que “es un equilibrio difícil”, se aconseja valorar cada caso de manera individualizada teniendo en cuenta la situación y las expectativas de cada paciente. Ni muy tarde ni muy temprano. Una persona a la que se ha implantado una prótesis recupera la movilidad en la articulación dañada, remite el dolor en reposo, desaparece la inflamación y  puede volver a hacer actividades a las que se había visto obligado a renunciar. Pero esto no significa que pueda hacer de todo. El paciente tiene que regular sus expectativas y ser consciente de que la prótesis tiene una resistencia limitada. La idea es disfrutarla pero cuidarla.

Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.

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