El 14 de diciembre de 2020 habrá un eclipse solar total que se podrá observar en la Argentina y en Chile en la franja de los océanos Atlántico y Pacifico.
Este fenómeno se produce cuando la luna pasa entre la tierra y el sol, produciéndose un oscurecimiento en la tierra.
Tendrá alrededor de cien kilómetros de ancho, desplazándose por la superficie de la tierra por la rotación de la misma, en dirección de oeste a este.
Comenzará ese día por la mañana, en el océano Pacifico sur, en proximidades de la Polinesia francesa y desplazándose hacia el sudeste.
En la tierra ingresara por América del Sur, en Chile –siendo observable en parte de su territorio.
A partir de las 11 horas 58 minutos y 26 segundos de ese día comenzara el eclipse parcial que finalizara a las 14 horas 48 minutos y 52 segundos.
El eclipse total comenzara a las 13 horas 22 minutos y 21 segundos y tendrá una duración de alrededor de dos minutos será visto en Argentina –de oeste a este- comprendiendo a las provincias de Neuquén y Rio Negro.
Sera observable en su totalidad en las localidades neuquinas de Junín de los Andes, San Martin de los Andes y Piedra del Aguila.
En la provincia rionegrina el fenómeno comprenderá a las poblaciones de El Cuy, Maquinchao, Ingeniero Jacobacci, Los Menucos, Sierra Colorada, Ramos Mexia y Valcheta en la línea sur.
Y sobre la costa atlántica en el balneario Las Grutas, San Antonio Oeste y Este, Bahía Creek, el balneario El Cóndor y Viedma.
Cabe puntualizar que la duración del mencionado eclipse será aproximadamente de entre dos y siete minutos, prolongándose todo el fenómeno unas dos horas.
En forma parcial será observable en Bolivia, Paraguay, Uruguay y en el sur de Perú y Brasil y al atardecer será visible en algunos países de Africa del sur y el sudeste de Sudáfrica.
Los especialistas consideran que en manera parcial en territorio argentino tendrán los siguientes porcentajes de observación: el 40 por ciento en Salta; 48% Tucumán; 65% Córdoba; 75% Buenos Aires; 87% Mar del Plata: 92% Bahía Blanca y 97% en Neuquén.
En Viedma el porcentaje será del 100 por ciento y al sur del eclipse total se verá parcialmente con 96% en Bariloche; 95% Puerto Madryn; 82% Comodoro Rivadavia; 60% Rio Gallegos y 50% en Ushuaia.
El sitio donde la NASA se instalara para seguir el eclipse y difundirlo mundialmente, estará ubicado en proximidades de la lobería, sobre la costa atlántica, a unos 60 kilómetros de Viedma.
Se estima que más de cien mil personas se desplazaran a distintos puntos de la Patagonia para observarlo.
La hotelería y otros alojamientos de esos sitios ya están reservados hace varios meses y muchos de ellos han sido efectuados desde el extranjero.
Alemanes, españoles, estadounidenses, franceses, italianos, japoneses son algunas de las nacionalidades en que viajaran hasta Argentina para observarlo.
Para Julio Pondal, presidente de la filial de FEHGRA (Federación de Entidades Hoteleras Gastronómica de la República Argentina) en Viedma, “esta oportunidad es propicia para el conocimiento y la promoción turística”, explico que los establecimientos hoteleros de la región ya han comenzado a prepararse ante los pedidos efectuados por los futuros viajeros.
A su vez Gustavo Malek, con una trayectoria de más de treinticinco años en la actividad turística y quien se desempeñara últimamente como Subsecretario de Turismo de la Municipalidad de Viedma explico que “si vemos al turismo como una oportunidad de desarrollo de un destino. Viedma va a tener la gran oportunidad de ser anfitriona de un evento a nivel mundial como es el eclipse solar 2020”. Añadió que el referido fenómeno “se producirá en nuestras costas en plena temporada, permitiendo a una gran masa de turistas que llegaran por el eclipse a permanecer varios días en estos destinos y disfrutar de las grandes cualidades y calidades de naturaleza que poseemos”.
Además de los interesados en poder observar de cerca el eclipse, serán muchísimos los científicos que también se acercaran desde muchos lugares del mundo.
Es importante la recomendación que no es conveniente observar el eclipse a simple vista, ya que puedo ocasionar inconvenientes posteriores a la vista.
La técnica óptica contactóloga Laura Barrientos de Viedma, ha explicado que “nunca es bueno mirar al sol directamente porque se pueden producir daño fotoquímico –es decir quemadura solar- con consecuencias que pueden ser permanentes o transitorias según el tipo de exposición”.
Nos explicó que “idealmente debería percibirse con anteojos certificados mediante Normas ISO 121312-2. Estas normas certifican que la cantidad de luz que los atraviesa se reducen en diez mil veces aproximadamente, respecto de un anteojo de sol común y no con los anteojos de sol de uso diario, que son ideales para protegernos de la luz ambiente del sol, pero no de su percepción en forma directa”.
También opino Barrientos que “sirven las antiparras de soldadores con protección 14 o más, no así las radiografías o mirar al sol directamente a través de pantallas de celulares” y aconsejo que “es ideal que los anteojos estén sin raspaduras, rayas o roturas y no tengan una antigüedad superior a los tres años”.
El astroturismo es otra de las variantes que ofrece la actividad de contemplar toda la magnitud del firmamento como de todos sus fenómenos, una experiencia única del cielo en toda su dimensión.
Este tipo de turismo se ha convertido en los últimos años en una modalidad de turismo sostenible de gran valor, una actividad que se lleva a cabo sobre todo en los municipios pequeños y poco poblados donde no hay desarrollo industrial. Son territorios que también cuentan con escasos niveles de contaminación lumínica y de polución; aspecto clave para la observación astronómica.
En el mundo hay muchos sitios astroturisticos, que mediante adecuados instrumentos permiten ver constelaciones, mirar el firmamento, estrellas.
El eclipse solar 2020 será la oportunidad para ser observable desde cerca en los lugares descriptos, los que al encontrarse en zonas con innumerables sitios turísticos, permitirán además del conocimiento de los mismos por los visitantes, su conocimiento y difusión en el mundo.
Por Andrea Isabel Marín y Julio Isidro Pérez: Licenciada y Experto en turismo