Con el fin abordar la disposición final de los residuos orgánicos producidos por la industria pesquera, el Gobierno Provincial firmó un convenio con el Municipio de San Antonio Oeste. El acuerdo plasmó el compromiso de financiamiento por parte del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) de las primeras excavaciones de cavas que permitan enterrar residuos de langostinos.
“Es un convenio que veníamos trabajando con el intendente municipal de San Antonio, Luis Ojeda a raíz de los problemas que ha traído el crecimiento de la actividad pesquera y con ello, el crecimiento de los residuos de pescado”, explicó el subsecretario de Pesca del MAGyP, Jorge Bridi, quien rubricó el acuerdo.
En el caso particular del langostino, se trata de una especie “que tiene un tiempo de descomposición más rápido que otros pescados y su descarte no tiene mucha utilidad. Se observó días atrás una complicación cuando se tiraron en los sitios de disposición de residuos, langostinos enteros, lo que afectó a las poblaciones de Las Grutas y San Antonio Oeste. Los olores eran realmente importantes, nauseabundos”, agregó el funcionario.
El crecimiento de la industria pesquera en el último tiempo potenció el desarrollo de la ciudad de San Antonio pero esto tiene como consecuencia negativa este tipo de problemáticas, por “lo que era necesario disponer de estos residuos en un acuerdo con el sector privado”, explicó Bridi.
En este sentido, el MAGyP acordó financiar las excavaciones de las dos primeras cavas que tendrán una dimensión de 100 metros de largo, por 2 a 3 metros de ancho y, 3 metros de profundidad para enterrar los residuos de langostinos.
Este trabajo se realizará en un campo privado, propiedad de una empresa de Claudio Urcera ubicado a unos 18 kilómetros de la ciudad, en la ruta que une San Antonio con Choele Choel. En el lugar, gracias a la firma de un convenio con el Municipio local, se dispone de 5 hectáreas para solucionar este inconveniente.
“También acordamos con el sector industrial que se harán cargo en el futuro de todos los costos que insuma el traslado y enterramiento de los residuos. Por Ley provincial todos el desperdicio de pescado deben ser procesados en una industria de reducción, como por ejemplo en una planta de harina. Y todo el proceso deberá se solventado por quienes producen el residuo”, explicó.
Por su lado, desde la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia se están haciendo inspecciones en las empresas para solicitar los planes de gestión de residuos que eviten situaciones similares en un futuro.
Actualmente se estima que se descartan unas 2.400 toneladas de residuos provenientes de la pesca de langostinos, dato que se obtuvo a través del análisis de los volúmenes extraídos entre octubre de 2016 y marzo de 2017 en el Golfo de San Matías.