Vecinos de Viedma abrazaron el mar de manera simbólica rechazando la posible instalación de una central Nuclear en la región.
Con la presencia de la senadora Magdalena Odarda, quien en la catedral manifestó su desacuerdo y dio a conocer la respuesta del pedido de informes enviado al Subsecretario de Energía Nuclear de la Nación en relación a la quinta central nuclear que el gobierno impulsa en la costa atlántica de Río Negro.
El funcionario de la nación afirmó que la quinta central nuclear no producirá energía para la región, sino para el interconectado nacional y que utilizara uranio enriquecido y agua liviana.
Se trata de un diseño chino del tipo Hualong One que posee una vida útil de 60 años. Afirma que “El agua para enfriar los circuitos será tomada de una fuente de agua fría cercana a la ubicación de la central…”, que según afirmó no debe contener minerales ni ningún agente corrosivo que pueda dañar los circuitos y sistema de la planta. La gran pregunta es de qué otra fuente que no sea el mar, se abastecería una central como esta, que según se informó, se instalaría en el Golfo de San Matias.
El agua será el moderador que se usara para controlar la reacción nuclear, aclara el informe, aunque sin precisar cuál será el destino del agua una vez utilizada. Se presume que luego el agua, como parte del proceso, es nuevamente llevada a su fuente que, en este caso, sería el mar aunque tampoco fue precisado por el informe.
Acerca del uranio y quien lo proveerá, contesto que, en caso de existir producción y oferta de origen nacional se evaluará la conveniencia de la adquisición y el precio. Respecto a los residuos resultantes de la actividad del reactor, afirma el informe que los residuos heterogéneos se depositan en la propia planta, parte en piletas para su refrigeración, en tambores de 200lts. Los residuos radiactivos calificados como de nivel intermedio serán almacenados en tanques o silos de hormigón, se presumen, en el mismo lugar de la central.
La Senadora Odarda manifestó la preocupación por la construcción de la central nuclear y afirmó que, tal como sucede con Alpat – Alcalis de la Patagonia, no pueden arrojarse residuos líquidos tratados o no al mar. La posible instalación de la central en la costa atlántica, genera una usina de riesgos impensados para abastecer a centros de consumo alejados de la Patagonia. Una energía cara, de efectos altamente nocivos para el ambiente y la salubridad de las personas, con residuos que habrá que depositar por siglos.
PRENSA SENADORA MAGDALENA ODARDA-FRENTE PROGRESISTA CC ARI