Queremos comunicarle a la sociedad Rionegrina, y sobre todo a quienes trabajan y gestionan políticas en el ámbito educativo que los y las estudiantes de cuarto año de los Institutos de Formación Docente, y sus órganos representativos (Centros de Estudiantes, Claustros) a nivel provincial hemos tomado la decisión de no apoyar la concurrencia a la “Evaluación Enseñar” que se llevará a cabo el próximo 31 de Octubre. Así lo informaremos a nuestros equipos directivos.
Esta postura parte de que consideramos este “Operativo” como una herramienta más para profundizar el proceso de ajuste que el Gobierno Nacional ha iniciado bajo la promesa de una “Revolución” en la Educación Pública. Bajo este lema, se ha subestimado el Presupuesto 2018 en más de 20%, uno de los más bajos en los últimos 25 años. La subejecución presupuestaria ,como política de ajuste, ha implicado que en el año 2016, 2000 millones de pesos que debían ir a las escuelas terminaran en el Tesoro Nacional, destinados tal vez a pagar deuda externa o pagar Lebacs para los grandes especuladores.
Por otro lado vemos que este “operativo” es determinista, homogeneizador y que está fuera de contexto. Esto es, si tenemos en cuenta que cada instituto, cada provincia, cada región de la Argentina, realiza un proceso situado de formación. Desde esta perspectiva, podemos decir, que esta pretendida “herramienta revolucionaria de evaluación educativa” no atiende esta diversidad.
Además no compartimos la forma de presentación de este proceso evaluativo a través de PPT (Pawerpoint), ya que no permite generar herramientas de estudio y análisis como si podrían hacerlo documentos diseñados a tal fin, con la rigurosidad académica correspondiente, donde se especifique la bibliografía utilizada y los debates que se dieron para armar el diseño. De lo contrario, se nos quita la posibilidad de hacer análisis serios respecto a la utilización de esta “herramienta evaluadora”.
Entendemos que está evaluación no adhiere a un proyecto liberador y transformador de la realidad en la que vivimos, por ello va a contramano del paradigma pedagógico en el que nos hemos formado. Queremos que quede bien claro que no tenemos miedo de la evaluación, ni renegamos de los procesos evaluativos, porque consideramos que éstos son constitutivos de nuestra formación, así como también son constitutivos del trabajo docente ( cuyos criterios no son tenidos en cuenta en éste operativo). Pero sabemos que este tipo de evaluación en particular responde a lineamientos de viejas recetas del Banco Mundial que llevaron a la educación y al país a sus más profundas crisis durante los 90´s y 2001. Todavía no nos recuperamos de ese pasado, somos conscientes que la educación es un derecho a defender y mucho más en este contexto.
También consideramos que la política educativa del gobierno pretende, a través de esta evaluación, desprestigiar a los docentes y estudiantes -futuros docentes-, y hacerlos responsables de los males del sistema educativo, mientras busca invertir el rol docente como transformador intelectual, para que sea un agente administrador de contenidos.
Por otra parte, la concepción de la evaluación cerrada pretende desestimar los procesos cognitivos atacando a la trayectoria de los estudiantes. Entendemos que el aprendizaje es un proceso de construcción que no puede ser medida en una mera instancia evaluativa orientada a medir y cuantificar resultados de aprendizaje.
Por último, el operativo genera una gran incertidumbre respecto a la utilización que se hará sobre la información recabada, tomando en cuenta la falta de espacios de discusión sobre la necesidad y finalidad de ser evaluados.
Por todo lo anteriormente expuesto es que los y las estudiantes de los IFDC de la provincia de Río Negro, que cursan distintos profesorados en Bariloche, Fiske Menuco, Villa Regina, Luis Beltrán y San Antonio Oeste decimos no al Operativo Enseñar, y por ende No realizaremos dicha evaluación.