Los afiliados al STIA decidieron parar la planta de Río Salado el lunes pasado por la situación que viven los empleados respecto a la falta de pago de aportes y salariales.
Los delegados sindicales y el secretario adjunto del gremio Juan Ortíz se presentaron en la delegación de trabajo para notificar que se iniciaron las medidas de fuerza.
Posteriormente llegaron a una reunión con el abogado de la empresa Gabriel Bottari, si bien se solucionaron los aportes con pagos en cuotas y la liquidación de las quincenas, el tema de los despidos además de querer cargarle monetariamente algunos cajones que no se procesaron y posibles descuentos por el paro, llevó a que el gremio en conjunto con los obreros siguieran las medidas de fuerza.
Además señalaron que desde el día del inicio del paro, la empresa derivó el producto entero sin procesar, además de mencionar que alquilarían por la tarde la industria a otros empresarios, esto llamó la atención del sindicato que pedirá explicaciones a la subsecretaría de pesca.
Asimismo Calme dejó de funcionar y los empleados pasaron a Río Salado, quieren desde la conducción del STIA conocer la solvencia de los puestos de trabajo.
Hasta el día de hoy siguen las medidas de acción directa en la planta pesquera de manera muy pacífica. Habrá nueva audiencia en las próximas horas como también nuevas presentaciones en la delegación de trabajo.