¿Cuándo comenzamos a conformarnos con tan poco? (Carta de lectores)

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A más de un siglo de la fundación de nuestra ciudad, seguimos admirando, disfrutando y compartiendo el lugar privilegiado que eligieron nuestros ancestros para sentar las bases de lo que hoy es nuestra ciudad.

San Antonio Oeste a lo largo de su historia fue admirado por sus particularidades, por los desafíos que se presentaron y fueron superados en sus inicios.  Entre todas las dificultades, la más sorprendente fue la de vivir más de 70 años sin agua, San Antonio había decidido echar abajo cuanto obstáculo se interpusiera en su camino.

Algún tiempo después vemos como se ha desarrollado nuestra ciudad en su conjunto, con glorias, con percances, sin embargo hoy vemos como seguimos a delante, siendo admirados, ya no tanto por la obstinación a mejorar sino debido a  nuestro lugar, nuestra geografía, por el entorno natural. Y aun sabiendo esto me pregunto ¿porque  nos está pasando?.

Se puede ver con claridad, como muchos vecinos y comerciantes de los tres ejidos urbanos hacen grandes esfuerzos para poder estar a la altura de lo que nuestros vecinos necesitan y esperan, como así también estar a la altura y acorde a lo que vienen a buscar quienes nos eligen como lugar de descanso. Y más allá de estos esfuerzos aislados podemos divisar como se han roto los lasos que antes nos permitían lograr objetivos conjuntos para desarrollarnos, no solo como individuos, sino como sociedad.

Hoy ya es común entre la charla de sanantoniences, grutenses y portuarios hablar de cómo poblaciones mucho más pequeñas que la nuestra, con economías más reducidas y tal vez sin la relevancia que conlleva ser un centro turístico con sus atractivos; brindan ciudades más ordenadas, con una planificación coherente y ante todo solidarias; con dirigentes que logran unificar esfuerzos desde el Estado, los sector privado y la sociedad en general. Podemos observar en simples celebraciones de aniversarios de ciudades o festivales y como logran presentar y deleitar a sus poblaciones con espectáculos culturales acordes a las circunstancias. Que pone en contraste nuestra situación, la del abandono, el descuido y falta de organización.

No es de mi agrado remarcar estas cuestiones que son de público conocimiento, ni el fin hacer una simple critica, pero francamente me da la sensación de que nos estamos desviando del camino de prosperidad que supimos conseguir en otros tiempos; muchas veces basta con salir a recorrer un poco nuestros lugares más frecuentados, como la costa sanantoniense, la mar grande, las grutas o las enormes playas del puerto, y cuesta entender la enorme falta de actitud, el deterioro e impericia de la infraestructura con todo lo que ello conlleva, desde la falta de estacionamiento y hasta de servicios básicos como un simple kiosco o baños. Por otra parte vallamos más a lo esencial, tenemos un centro cultural y cine, que no transmite películas ni desarrolla las actividades afines, obras de teatro y ningún tipo de espectáculo cultural.

Tenemos poca oferta, mucha demanda y poca actitud, demás está decir que solo en nosotros esta comenzar a cambiar estas cosas, no me refiero a una simple crítica, nada es fácil, no hay soluciones mágicas, no obstante tampoco creo en los imposibles. Cuando no hay recursos financieros uno no puede simplemente decir NO SE PUEDE. Es cuestión de buscar o inventar si es necesario, estar a la altura de las circunstancias, al igual que un obrero construye su casa poco a poco, con un ingreso mayor o menor al de otros, pero la cuestión está en no desviarse, es preferible pegar un ladrillo por mes que no hacer nada, es preferible una cuadra de asfalto, cordón cuneta o cloacas al mes que esperar cambios de gobiernos cada cuatro años.

Soy un ciudadano que está convencido plenamente en nuestra capacidad de superarnos,  a saltear cuanto obstáculo se ponga en nuestro camino, pero también creo que este camino solo podremos comenzar a transitarlo cuando dejemos de lado nuestro ego y objetivos personales. Desde el lado de los funcionarios públicos comenzar a escuchar a los que piensan distinto, entender que son simples servidores públicos con sueldos pagos por la comunidad, que espera mejores cosas y que parte de su trabajo es interpretar las ansias de su pueblo, (lógicamente primero es esencial que logren ver y sentir como el pueblo) y también entender que las cosas se hacen en conjunto sector público, sector privado y el pueblo. No importa cuán distinta sean nuestras ideologías personales, si no cuan capaces somos de entender que una comunidad actúa en conjunto y por el bien de todos no por simples intereses personalistas, o de algún que otro sector. Como solía decir un político argentino» que todos seamos artífices del bien común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie».

Demás está decir que esta es una simple observación y anhelo personal, que a mí entender cada uno es libre de compartir o discernir, y más aun sin ninguna intención de agredir a nadie.

Neri Alejandro Garcia


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