La Comisión de Asuntos Sociales de la Legislatura de Río Negro aprobó por unanimidad un proyecto que valida el uso de recetas médicas electrónicas. La iniciativa busca mayor agilidad en la prescripción de medicamentos y adherir a la ley nacional 27553, con el respaldo del Ministerio de Salud provincial.
La Comisión de Asuntos Sociales de la Legislatura de Río Negro respaldó de manera unánime un proyecto de ley que establece la validez del uso de recetas médicas electrónicas para la prescripción de medicamentos, estudios y prácticas médicas. La propuesta, impulsada por el bloque ARI-Cambiemos, busca adherir a la ley nacional N.° 27553, con el objetivo de ofrecer mayor agilidad, control y seguimiento en el sistema de salud.
Roberta Scavo, una de las autoras del proyecto, destacó la importancia de esta iniciativa en el contexto actual. “Es fundamental adaptarse a la realidad y a los avances de la tecnología, que impregnan nuestra vida cotidiana”, afirmó Scavo. Asimismo, subrayó que la experiencia durante la pandemia de COVID-19, donde la cuarentena prolongada limitó las interacciones cara a cara, fue clave para acelerar el proceso de digitalización en diversos ámbitos, incluido el de la salud.
El proyecto cuenta con el respaldo del Ministerio de Salud de la provincia, lo que refuerza su viabilidad y su potencial impacto positivo en la calidad de atención médica. La implementación de las recetas electrónicas no solo promete mayor eficiencia, sino también una mejora en el seguimiento de los tratamientos médicos, contribuyendo a un sistema de salud más moderno y accesible.
La adhesión a la normativa nacional permitirá a Río Negro avanzar en la digitalización de los servicios médicos, alineándose con una tendencia que ha cobrado fuerza a nivel nacional y mundial desde la emergencia sanitaria global.
Cinco ventajas de la receta electrónica
Mejora la legibilidad y limita errores de prescripción: aumenta la claridad de las recetas, minimizando los errores en la prescripción de medicamentos.
Previene adulteraciones: reduce la falsificación de recetas, aumentando así la eficiencia y seguridad en la dispensación de fármacos.
Facilita la identificación del profesional: permite una fácil identificación de los profesionales de la salud autorizados para prescribir medicamentos, manteniendo la integridad y seguridad del proceso de prescripción.
Establece un Diccionario Nacional de Medicamentos: crea un recurso unificado que estandariza la denominación de los medicamentos a nivel nacional por su nombre genérico, facilitando la identificación y dispensación.
Mejora el seguimiento de los tratamientos: posibilita un sistema más eficiente de comunicación, acceso a las recetas y órdenes electrónicas emitidas y un control más efectivo del tratamiento de los pacientes, asegurando un seguimiento adecuado desde la prescripción hasta la dispensación.