El Concejo Deliberante de San Antonio Oeste participó en el acto conmemorativo por el centenario de la fundación de la Asociación Italiana de Socorros Mutuos, Cultural y Recreativa que se realizó ayer en el Centro Municipal de Cultura.
Luis Esquivel –presidente del cuerpo-, junto a los ediles Elizabeth Mereles y Alejandro Railefe, entregaron al titular de la institución, Olimpio Repucci, un diploma alusivo y la Declaración de interés cultural, social y educativo –autenticada- que se aprobó en mayo pasado.
En tanto que hoy, en la cena que se llevará a cabo en la sede de la Asociación –Carlos Pellegrini 122- se descubrirá una placa que el Deliberante obsequió en representación de la comunidad.
Entidad solidaria
La Declaración que el Concejo aprobó fue impulsada por el concejal Diego Colantonio, quien realizó un repaso histórico sobre la llegada de los italianos a la zona y la creación de la entidad, y lo que significó la inmigración al país.
Recordó que “el 15 de julio de 1917, un grupo de inmigrantes italianos que residían en nuestra ciudad y otros que habían llegado con la esperanza de poder encontrar trabajo en la obra del tendido del ferrocarril fundan el “Centro Italiano Patagonia de Socorros Mutuos e Instrucción ” hoy Asociación Italiana de Socorros Mutuos, Cultural y Recreativa San Antonio Oeste, con la finalidad tal como lo expresa el articulo 2º de su estatuto de: Promover el espíritu de fraternidad y de progreso moral y económico de sus asociados e italianos, impartiendo las grandes ventajas del Socorro Mutuo en los casos de enfermedad y cooperar en todo aquello que pueda ser de utilidad para la sociedad”.
“Como en el caso de los españoles, los italianos han sido la otra colectividad numerosa que desde el comienzo de nuestro pueblo, fue parte importante en su crecimiento y desarrollo, y también como en el caso de los españoles, se organizaron para darle contención a sus conciudadanos italianos que como inmigrantes llegaban a nuestro país, en busca de paz, trabajo y un pedazo de tierra donde poder instalar a sus familias, que en muchos casos quedaban en Italia, hasta que el inmigrante conseguía después de mucho trabajo y sacrificio reunir el dinero suficiente para pagar el pasaje que los trajera a la Argentina”, sostuvo el edil.
Agregó en el mismo sentido que “la experiencia de la emigración, el desarraigo y las privaciones no era nada sencilla. Para paliar las múltiples dificultades y carencias materiales y espirituales, los inmigrantes recurrieron a las solidaridades familiares, esas redes de solidaridad se tradujeron en asociaciones de carácter mutual, como nuestra Sociedad Italiana”.