La municipalidad de San Antonio Oeste decidió obtener fondos de cualquier manera. Salió a la caza de los morosos, algunos incobrables, muchos de ellos con muy buen poder adquisitivo. Está bien. Dormidos en este sentido desde hace tiempo, el municipio ve con preocupación la baja cantidad de dinero que ingresa por tasas, entonces iniciaron el operativo recupero y a los comerciantes con clausura incluido.
Por otra parte hacienda espera la temporada estival para solventar parte de la caída de la recaudación que ya se resiente en las arcas públicas. Se vienen tiempos complicados, más aún de lo que se sucedió en pasados meses. En este contexto la municipalidad logró garantizar el sueldo de los empleados, pero también de los funcionarios que iban a esperar al menos una semana más.
Ante el complejo panorama, también buscan obtener réditos de fondos de capital o de plazo fijo del dinero que cuentan en cajas bancarias. El FPV con su mayoría aprobó en el Concejo Deliberante esas operaciones. La oposición se negó, porque esa plata va a parar luego a rentas generales, un agujero negro que no se sabe el destino final. La realidad es para paliar la crisis de falta de fondos para pagos inmediatos o de sueldos o proveedores. Justamente uno de los proveedores, el pasado jueves en medio de la visita de la Ministra de Turismo, gritaba por los pasillos municipales con angustia de que no le efectivizaban sus servicios, como él… varios.
Por otra parte, la preservación de los fondos se advierte ante la estrechez financiera, esta medida la toman de ejemplo de otros municipios importantes de la provincia que cuentan con capitales enormes como Roca o Viedma, además, como es sabido, el ejecutivo deberá afrontar varios pagos muy pronto: los guardavidas por ejemplo y a su vez sumar personal temporario en verano, como también horas extras a los asalariados cuando comience la vorágine de la temporada, sobre todo en las áreas de comercio, turismo y servicios públicos.
El 2018 llegará con recortes de presupuesto como horas extras y gastos corrientes, también en áreas que corresponde a deportes, cultura y turismo, esta última espera un repunte con el EMPROTUR que llega con complicaciones de la tasa de componente B, muchos comerciantes se rehúsan a pagarla.
Asimismo la municipalidad deberá afrontar en el próximo período fiscal una nueva estructura, la Defensoría del Pueblo. Una erogación de cerca de dos millones de pesos por año: sueldos, asesores, papelería, ubicación, etc.
Generalmente octubre es el quiebre y el mes donde inician el proceso de realizar el presupuesto anual del 2018, ordenanza, una de las más importantes, que ejecuta y regula el funcionamiento.
Por ello las Juntas Vecinales se aglomeran y elevan un petitorio al Concejo Deliberante, ya que el ejecutivo, según ellos, no lo tienen en cuenta a la hora de ser incorporadas en ese presupuesto anual, para que contemplen obras para los barrios.
No piden grandilocuencias, sino los vecinos esperan lo mínimo. Cordones cunetas, cloacas y mejoramiento de calles, iluminación y desagües, también arreglos de sus plazas o de veredas.
Quieren lo necesario. Realmente en lo que va del gobierno de Ojeda, se hacen cosas sobre la marcha.
Cuando hubo programación previa, se hicieron las cosas bien, como por ejemplo la planificación y puesta en funcionamiento, más inauguración y acceso desde el centro hacia la costanera sanantoniense. Una proyección que se ejecutó y se finalizó. Lo mismo debería hacerse para los barrios.
Ante la quietud del ejecutivo en materia de obras públicas y mejoramientos, los vecinalistas avanzan con asambleas populares. El gobierno municipal debió tomar nota que ya tuvo adelantos de movilizaciones de los ciudadanos en las tres localidades a saber: en el puerto cortaron la ruta, los grutenses acamparon por los desechos y los sanantonienses se movilizaron a la sede municipal por los olores nauseabundos.
Todos esos avisos precedieron a lo que ahora ocurre con las Juntas Vecinales, son cuestionamientos que deberían tomarse en cuenta. Son votantes que esperan señales concretas de sus dirigentes.
Aproximación
Arabela Carreras no se anda con vueltas, dijo que el subsecretario en Las Grutas debe salir del consenso entre Marilin Gemignani y Adrián Casadei, solicitud refrendada por el gobernador Alberto Weretilneck que dio orden de cerrar contrariedades de cara al 2019. Quien salga será una mujer o un hombre, pero con perfil netamente técnico “para la política estoy yo” les señaló la ministra.
Carreras aprende rápido, el ejemplo lo evidenció frente a Ojeda. El mandatario sanantoniense le pidió ayuda para la fiesta del Golfo Azul “mire intendente ya debe presentar las carpetas porque para gestionar fondos tarda al menos dos meses” un poco con reto incluido al dirigente comunal, porque Ojeda quiso poner chapa que era la fiesta más importante del verano en Las Grutas y la ministra le retrucó que son acciones que deben hacerse de manera muy previa y no con improvisaciones.
El gobierno municipal debe aprender por ejemplo de la Fiesta del Tomate de Lamarque, se hace en marzo y ya tiene todo el cronograma de eventos, artistas contratados (todos de primer nivel) y además con gestión de fondos. El intendente Sergio Hernández es del FPV, del mismo signo partidario de Luis Ojeda. También apelar a la memoria de cómo se organizaban anteriormente las grandes fiestas del Golfo en la década del 90.
Si bien la visita de Carreras en estos días fue una acción netamente política, porque solo era contactar a referentes partidarios y autoridades municipales, no cayó bien en algunos prestadores y representantes de instituciones intermedias. Por ejemplo Walter Sequeira tiró en los medios una batería de quejas contra el gobierno provincial respecto a esto, sabemos que el segundo de Turismo Daniel García no es del agrado del grutense, nunca se llevaron bien.
Carreras lo sabe y señaló que se reunirá en breve con las entidades intermedias y el EMPROTUR. Veremos cuál es el plan que se tiene para desarrollar la temporada, a pocos días, no va a ser fácil, el tema es ¿se lo van hacer fácil?.
Carlos Aguilar @caa174
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