Editorial: deja vu

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Todos están sumergidos en la campaña política, a medida que pase el tiempo, se tirarán con munición más gruesa, sabidos ya que las PASO serán una realidad, las internas y pases de facturas estarán a la orden del día.

Pasa en San Antonio, dónde la oposición funciona cuando no se está de vacaciones el Concejo Deliberante, al menos hubieran solicitado un pedido de informes (igual no se lo contestan), por la máquina que se hundió en la marea y que tenía solo una semana de ser reparada a nuevo, con un alto costo de repuestos y mano de obra.

Obviamente la comunidad, no el funcionario a cargo, pagarán el lavado y cambio de aceites, para ponerla a rodar nuevamente.

Sería hora que los políticos de cada gabinete que gobierne, sea cual fuere el signo partidario, paguen por sus errores con una porción de su dieta mensual. El problema es que hubo varios yerros, por ende, algunos no cobrarían el sueldo. Más allá de eso, se debe hacer una revisión post temporada, de lo que se hizo bien, de lo que se hizo mal y quien no hizo casi nada en su puesto (se sorprenderían).

Mencionando revisiones, desde el sector de Lorena Matzen en San Antonio, quieren impugnar la candidatura del concejal Rodríguez, por no ir en acuerdo de sello con JSRN y no diferenciar su banca dentro de la legislatura comunal. Lo habíamos anticipado hace una semana esta movida, creen que el candidato a presidente de la UCR sanantoniense, no respetó lo que establece la carta orgánica del radicalismo rionegrino.

Los radicales de SAO apoyan a Direne, mientras que los radicales de Las Grutas apuntalan a Ibarrolaza, estos últimos, como en toda la provincia, manifiestan quienes siguen al ex intendente de Valcheta “son los empleados de JSRN” (no están para nada lejos de la realidad), expresan que como partido político, desaparecerían totalmente de la faz provincial.

Del tema de la oposición se conversó en la reunión de JSRN, que aún trata de digerir el nombramiento de Martín Soria como ministro de justicia de la Nación. Los dos polos del “juntismo” Arabela y Alberto, salieron a denostar al roquense, aunque la gobernadora fue más mesurada que el senador, que lo mancilló en todos los canales “de la corpo”, recordando (en sus pensamientos) que el ex intendente de Roca, presentó la contraposición a que sea reelecto en la Suprema Corte, luego que el STJ rionegrino lo avalara.

Obviamente que esta escalada política también tiene que ver con la campaña, dónde la instancia fundamental, para el oficialismo gobernante, es construir el caudal que evite la polarización de las fuerzas que se confrontan a nivel nacional, por eso el juego de ajedrez, que se observa actualmente.

Hoy el contexto es diferente al 2017, cuando Weretilneck debió bajar a su candidato Gatti de las generales. JSRN gobierna 18 municipios, entre ellos los principales (salvo Roca) y casi todos los comisionados de fomento. También mayoría simple en el parlamento y en concejos.

El poder territorial que hoy detenta el partido fundado por el actual senador Weretilneck dista mucho de lo que aconteció hace cuatro años atrás.

Ese poder, también lo utilizaron esta semana, para no avalar el juicio político que solicitó SITRAJUR con el legislador del FDT Pablo Barreno. El oficialismo cargó más hacia el viedmense, que contra quién se pedía el juzgamiento, así lo hicieron saber incluso los propios legisladores justicialistas.

Era sabido que la sala acusadora iba a determinar el rechazo por mayoría el proyecto que promovía el juicio político a la jueza del Superior Tribunal de Justicia, Liliana Piccinini.

Barreno responde a Martín Soria, hoy ministro de justicia de la Nación, que cuando era intendente y diputado cargó duramente contra los vocales del STJ porque estos vocales, los mismos quienes le dieron el aval primigenio para que Weretilneck sea reelecto.

Parece un Déja Vu. Todo vuelve.

Esto demuestra que la política y la justicia, son ramas de un mismo árbol.

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