Editorial: el destino no deseado

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Hay dueños de paradores que se creen estandarte de Las Grutas. Respondiendo “que tienen dolor” por no realizar unas “inversiones” para… hacer una fiesta.

Muchos suponen que son más que el resto y también creen que “son las golondrinas que hacen la primavera”.

Es más, próximamente los paradores y algunos comerciantes dirán que “el éxito de Las Grutas es gracias a ellos”.

Es decir, la gente no viene a vacacionar, a pasar unos días a la playa, al sol, al esparcimiento diario, sino fuera por sus “fiestas, ideas e inversiones”.

Lógicamente el rechazo del municipio a una “bresh” (léase fiesta electrónica), es porque lo sucedido anteriormente no fue la mejor experiencia, aunque los permisionarios crean lo contrario y que los recitales “hicieron historia”. Que poco conocen del pasado.

Las Grutas no va a despegar nunca sino es un destino de calidad, de excelencia. Lo que se viene haciendo en materia nocturna, no es el camino, todo lo contrario, ir transformándose en el “Benidorm” de los años 70’. En esa costa mediterránea, el olor a orín en la costanera, de lo que dejaba las noches de fiestas, era una constante de la ciudad ibérica.

Benidorm se recuperó ordenando el “quilombo de los ingleses”, que en masa veraneaban allí y cada noche desaforados vomitaban y hasta defecaban en las peatonales y las playas.

El ayuntamiento tomó “cartas en el asunto” comenzó a generar normas, establecer parámetros, sin prohibir, sino ordenando exhaustivamente todo lo que se debe y así empezaron a recuperar uno de los destinos turísticos más rentables de España.

Las Grutas ha tenido personas que proyectaron, que elaboraron lo que podía hacerse, soñar. Pero los gobiernos municipales nunca siguieron los consejos. No es tarde para mejorar.

Está bien que la municipalidad empiece hacer respetar los horarios, el sonido infernal que no deja descansar a los turistas. Que la costanera al amanecer sea un sitio de esparcimiento y de respiro.

Los que se levantan temprano para desayunar y ver la salida del sol, encuentra al piberío sumidos en gritos, muchos en el alcohol y suciedad por donde mires. Eso no es el destino deseado.

Antonio Torrejón decía en el año 2016, en una conferencia, que todo lo que ocurra se va a transmitir “vía electrónica”, no solo mencionando las redes sociales, sino las aplicaciones y que el futuro deberá revisar las opiniones que tienen los usuarios de cada localidad turística y con ello evaluar que hacen bien y que está mal. Un adelantado. Hoy ocurre y ¿alguien de los que tienen que tomar decisiones, las observan?

Señalaba el ex ministro de Massacessi que para lograr efectividad productiva en el turismo debía haber excelencia en las determinaciones directivas. Conceptos y estrategias turísticas que muchos de nuestros representantes políticos deberían leer.

Esas “inversiones” que hablan los “empresarios” de los paradores como las que se llenan la boca muchos “empresarios” de Las Grutas ¿son las que realmente necesitamos?

Pero también necesitamos mayor inversión del estado, disposición y atención. Este verano extraordinario sirve para que la municipalidad evalúe hasta dónde pudo llegar, que le faltó, que debe ajustar, que normativas deben ampliar.

Todo lo público y privado quedó pequeño, ante la enorme marea humana que arribó a Las Grutas, El Puerto y San Antonio.

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