Lo comunicamos la semana pasada en esta columna. Era inminente el llamado a interpelación del intendente Luis Ojeda. Posterior a la segunda marcha por la muerte de Nico Gutierre, el fin de semana pasado, se gestó el proceso que terminó de presentarse el miércoles a última hora con la firma de Clemant, Colantonio y Esquivel (JSRN, UCR, FPV respectivamente) representantes de los tres partidos mayoritarios llevan adelante esta exhortación. Además el proyecto saldrá aprobado porque tanto Railefe y Mereles (JSRN) adelantaron que van aceptar en la sesión la interpelación y la misma saldrá por mayoría. Deberá Ojeda afrontar las 24 preguntas, más las repreguntas de los los ediles que lo someteran al proceso de interrogación.
Es histórico institucionalmente, jamás se había interpelado a un intendente en San Antonio Oeste. Además de esto, el primer mandatario comunal carga con problemáticas complejas que son las situaciones socioeconómicas que están surgiendo en la ciudad y que repercute sensiblemente en la política municipal.
Ojeda tiene sobre sí quizás, uno de los períodos más difíciles que haya transitado un intendente sanantoeniense desde el regreso de la democracia. El otro fue Walter Zonco que sufrió una destitución.
Esquivel fue llamado por algunas radios de Viedma para comentar sobre este cuestionamiento y aprovechó además para expresar que está en marcha el armado de un frente diferente en el justicialismo. Buscan avales y lograr el porcentaje necesario. Probablemente no vayan a internas sino con otro sello. Asimismo la gente de Unidad Ciudadana está en igual proceso. Podría en el 2019 haber tres listas del peronismo.
Esto puede favorecer algún candidato de la oposición que aglutine los votos que genera el desencanto actual hacia el peronismo o bien puede favorecer a la línea del justicialismo gobernante. Muchas opciones se pueden dar. Lo que sí es cierto que el proyecto que hoy cumple 10 años, se encuentra en crisis.
Las circunstancias llevaron a que la celebración no se realice. Por errores propios del gobierno o por estrategias mal elaboradas. Este domingo era un día de júbilo para los peronistas sanantonienses, solo será un día más, pero lleno de preocupación.
La piedra que vuelve a caer
San Antonio Oeste vive horas críticas respecto a los social y económico, ambos aspectos concatenados por una situación común: el futuro.
Varios frentes se han observado florecer en estos días, algo que inusitadamente despliega a convertir a un pueblo en lucha contra la injusticia.
La injusticia implica principalmente el no respeto por los derechos tanto de los individuos como de la sociedad en su conjunto.
Es injusticia no finalizar la remediación, es injusticia que los empleados de ALPAT vivan en la incertidumbre, es injusticia que empresarios de la pesca quieran menospreciar el trabajo de los obreros, es injusticia que muera un joven de 17 años por negligencia, es injusticia que el sistema económico impida el actual desarrollo del puerto, es injusticia los tarifazos, es injusticia que la gente sufra por lo injusto.
Somos testigos de esta historia que quedará plasmada de cómo un pueblo reacciona ante tantas situaciones injustas, un ejemplo: la unión de las familias víctimas de la lentitud o la falta de celeridad en las investigaciones por la muerte de varios jóvenes, niños y adultos, pasan los años, aún buscan respuestas, sin obtener justicia.
También observadores del interminable lapso del tiempo que no tiene fin son los integrantes de la multisectorial de vecinos por la remediación ambiental. Minería de Nación se comprometió a terminar con quitar la escoria contaminante, lo firmaron, lo confirmaron y no cumplieron. Un desengaño más de quienes supuestamente venían a cambiar todo, otra mentira de estos nuevos gobernantes.
Ahora se viene un amparo colectivo de vecinos, la lucha continuará en todos los ámbitos.
En la pelea también están los empleados de Alcalis de la Patagonia, siempre el obrero es la variable de ajuste que hoy viven en la incertidumbre y hace dos años perciben su salario en cuotas. La planta de carbonato de sodio está en serias dificultades, esta situación se profundizó la apertura de las importaciones y los aumentos de tarifas. ALPAT no escapa de la realidad que ocurre en otras industrias del país.
Además debemos mencionar el desaceleramiento de la pesca, el puerto y la baja en las exportaciones, entro otros inconvenientes que han surgido en estos meses.
Los tiempos que llegan son aquellos que nunca se pensó que podría ocurrir, de todos modos, el sanantoniense siempre se sobrepuso a las vicisitudes, desplantes y tragedias.
Como Sísifo, que fue condenado a empujar, sin descanso, una roca hasta la cima de la montaña, desde donde volvía a caer, una y otra vez, por su propio peso, hoy es esta la realidad que existe. Se puede transformar, seguro que sí.
Carlos Aguilar @caa174