Editorial: estructuras del estado





La semana finalizó con anuncios para el turismo. El 16/11 empezarán a ingresar los turistas de provincia y el 4 de diciembre los nacionales.

Aseguraron los funcionarios en Bariloche, tanto municipales, como nacionales, que también ponen énfasis en la seguridad sanitaria.

A contraparte del anuncio, el personal del nosocomio de Las Grutas está en estado de alerta, como el resto de la provincia. Hablan de insuficiencia de recursos y probablemente no se descarte que, en plena temporada, aparezcan actos manifestando la carencia de los mismos.

La sociedad local continúa dividida de manera tajante. Quienes no quieren la llegada del turismo, continúan con su tesitura y advierten lo que probablemente puede suceder.

Mientras que aquellos que pregonan la temporada, están a la expectativa, porque van percibiendo que crece el interés foráneo, quienes preguntan por los alquileres de verano, no solo son los regionales, sino que reciben llamados de todo el país.

Pero la advertencia del personal de salud, respecto a la estructura sanitaria, esa insuficiencia, es como la mayoría de las complexiones del estado provincial.

El caso de Carolina Rivero hace una semana, es parte de esa exigüidad en la traza que debe constituirse en cada organismo. Principalmente en la justicia, aún es inexplicable la pequeña estructura de la fiscalía, ante tan vasto territorio para cubrir.

Carolina fue abandonada por las instituciones, quienes debían convocarla, para luego investigar las denuncias que expuso, fundamentalmente la del mes de mayo.

La dejadez y la inhabilidad de las autoridades, que debían afrontar ese hecho, es corrupción. Pero en este caso no es corrupción por dinero, lo es por incompetencia.

La no toma de decisiones o esta impericia, impactó en la opinión pública y como es entendible, salieron a las calles.

Cuántos de estos ejemplos vemos a diario en el desempeño de nuestros servidores públicos y, lo peor, cuántas veces padecemos en carne propia las consecuencias de malas decisiones o bien “el dejar pasar”.

Nos preguntamos desde hace tiempo, si estas estructuras de los estados quedaron pequeñas ante las demandas de las sociedades y el crecimiento de las ciudades. Si las cabezas que deben establecer las pautas correspondientes, para que la población pueda acceder a lo mínimo que le corresponde, están a la altura de estas necesidades.

También, del otro lado, cuando el estado quiere corregir, hay oposiciones, que impiden el avance de un ordenamiento para evitar situaciones a futuro, que compliquen la vida de las personas. Allí entra a jugar la educación, la cultura y lo consuetudinario.

Es difícil mantener el equilibrio en todos los aspectos, fundamentalmente desde la política. Quien conduce el Estado, debe hacerse cargo de la complejidad de las resoluciones todo el tiempo.

Por eso se tomó la determinación que la economía en la zona repunte y el turismo pueda generar movimiento de dinero.

Pasó desapercibida en esta zona, pero no en el resto de la provincia, lo que el ministro de economía Vaisberg dijo esta semana, que Río Negro tiene un desequilibrio financiero importante, algo que se conocía, pero advirtió que es necesario el regreso de las actividades económica y principalmente, que por el virtual parate del turismo, la provincia está afectada en una de las principales fuentes de ingresos.

Río Negro, San Antonio, provincia y municipio, no se pueden “dar el lujo” como dijo la gobernadora, de no activar “la industria sin humo”. Los gobiernos lo necesitan, para garantizar recaudar y así al menos, a pesar de la parvedad de algunas, mantener las estructuras del estado, en todos sus aspectos.

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