El peronismo rionegrino está intranquilo. La suspensión del acto del 31 de mayo en Bariloche fueron por circunstancias internas, que por problemas de agenda. Ni García Larraburu, ni Martín Soria comulgan en el mismo atrio. Ambos siguen con la diatriba, sobre todo la senadora, aún no confía en el intendente roquense.
Este contexto de disputa intestina dentro del seno del partido opositor, tampoco eleva la posibilidad de que Weretilneck marche con alguien o solo en las PASO. No se decide el gobernador de participar y no quiere quedar entrampado en la grieta, como aconteció en el 2017, donde su postulante debió abandonar la contienda.
Este fin de semana, no hubo alusión al respecto en los lanzamientos de sus candidatos en Beltrán y Cipolletti, sobre la posible candidatura de su figura, como la de alguno de JSRN. Las encuestas mandan y la Alternativa Federal de Pichetto no avizora con un buen número.
Weretilneck, en cambio, su figura sí mantiene el mismo perfil electoral, pero tampoco la boleta corta lo convence.
Tras las municipales del 23 de junio, comenzará la transición hacia Arabela Carreras, que también está de campaña. La gobernadora electa prescindirá de algunos ministros, seguramente habrá un consenso con Weretilneck como jefe del partido, pero Carreras traerá Bariloche a Viedma y en eso entra Agustín Domingo, aunque este último desea ser candidato a intendente de la ciudad lacustre. Todo se definirá tras las municipales.
En ese tejido eleccionario, provincia puede convocar a una nueva fecha para asistir a las municipalidades en septiembre, aquellas que no se prendieron en la iniciativa de junio. Entre las que faltan definir por ejemplo, está San Antonio Oeste y Viedma.
El oficialismo justicialista, decidió hacerlo el 27 de octubre, quiere ingresar en la boleta larga, pero hay un escollo constitucional, las primarias abiertas. Quienes participan en agosto, deberán refrendar en octubre y la nómina ya queda establecida electoralmente.
Esta es una de las bases de la impugnación que hará la oposición. El análisis lo hicieron desde JSRN y desde el sector de Esquivel, este último hurgó en Viedma esta semana cuales serían las herramientas legales al respecto, siempre y cuando el oficialismo justicialista avance con la posibilidad de integrar la boleta larga.
Nada está claro. Ojeda se mantiene con la tesitura de que será en octubre y desistiría, por ahora, hacerlo en septiembre, aunque al municipio le cueste una erogación mayor o cercana a los tres millones de pesos de las arcas municipales.
El intendente no la pasó bien al final del acto del 25 de Mayo, fue respecto a su situación judicial, ya se animan a recriminarlo. Sucederá lo mismo el 10 de julio. Esta semana volverán desde otra institución intermedia a solicitarle que haga un paso al costado, hasta tanto se defina su situación procesal. Las últimas decisiones de la justicia, en la semana que pasó, no fueron buenas noticias para el mandatario comunal.
De todos modos Ojeda se aferra, espera que a fines de agosto cuando comience otra etapa siempre y cuando se desestime la acción procesal en su contra, si no es así, el contexto tenderá a complicarse. Algunos aducen que el llamado a elecciones en junio para votar en septiembre, puede descomprimir tanto internamente, como externamente.
Además, el tema de las tasas también caló en el seno del ejecutivo. Las discusiones se dilatan y las modificaciones las deberán aceptar, para que la misma tenga tratamiento pronto. Esas reformas llegarán con el debate sobre la devolución del dinero a los contribuyentes, aquellos que pagaron demás, algo que aceptó el gobierno cuando emitió el nuevo proyecto. Tampoco hay presupuesto 2019. Entramos en la mitad del año y los plazos legales están totalmente vencidos.
En algo tiene suerte el intendente Ojeda. La supuesta oposición fuerte en el Concejo Deliberante se fue diluyendo con el transcurso del tiempo. De un inicio promisorio hace tres años, a esta endeble participación actual.