La frase “cuanto más tarde… mejor” prevalece en estos días en la mente de los gobernantes sanantonienses. El coronavirus avanzó considerablemente en la provincia y alcanzó al valle medio, al valle inferior, apareciendo en Conesa y Viedma.
Hasta hace unos días, era impensado este escenario, aunque probable. Esto condujo a endurecer las medidas para el ingreso a las localidades, esencialmente por los vecinos conesinos, cuya escasa distancia, tienen vínculos familiares y comerciales con San Antonio.
También llevó a Casadei a repensar en muchas otras situaciones, entre ellas la del turismo. En septiembre era el plazo para comenzar abrir para los alrededores, ahora las circunstancias son distintas.
Esta semana es clave, verá qué camino tomar, respecto a las actividades de pre temporada, mientras tanto continuarán los talleres del sello de calidad sanitaria y su aplicación.
La expansión del COVID19 potencia las dudas. Hoy no se puede avizorar lo que sucederá, pero si cotejar las probabilidades.
Por ejemplo, el gobierno de Neuquén presentó un plan Nación para que la apertura del turismo interno por etapas. Jefatura de Gabinete lo aprobó y con esto Gutiérrez logra hacer corresponsable al gobierno nacional por esta decisión, atemperando contrariedades por si avanza el contagio en esas regiones.
En Río Negro, hasta ahora, Marta Vélez, lo único que evidenció fueron lamentos de cómo está la situación epidemiológica en Bariloche, pero acción concreta hacia las otras zonas, no hubo.
Si Casadei debe cargar con el peso de apertura en septiembre, en el período de mayor pico de contagios, es probable que recién permita hacerlo en octubre. Como venimos mencionando, no va a dilapidar el capital de consenso local, por unos pocos.
El coronavirus trae desazón, miedo y complicaciones económicas. Todo esto fue hartamente comentado y explicado, pero ante la pandemia, no hay otro remedio conocido más que el aislamiento y rezar que el sistema de salud no sature.
Ante este contexto, el pedido del legislador Noale, el cual se suma Gemignani en estos últimos días, toma más dimensión y atravesó positivamente varias comisiones legislativas. Solicitan los parlamentarios que, dentro del presupuesto del año próximo, se incluya la construcción y funcionalización de una unidad de terapia intensiva para la zona. Debería también tener una cámara hiperbárica, ya que seremos plaza del mayor parque subacuático.
El problema con esta posibilidad sanitaria, choca con el tratamiento del presupuesto provincial, cuyo mayor inconveniente es la deuda. Actualmente de 35.614 millones de pesos, mil millones de pesos más que en marzo y 2600 millones más que en diciembre. Además, a estos números hay que sumarle la caída de la recaudación, que fue poco más del 10%.
Para pagar salarios y afrontar gastos públicos, provincia pudo extender el pago de esta deuda, recibió dinero de Nación, volverá a conseguir ATN y habrá otros canjes para afrontar hasta fin de año.
Ahora, que hubo arreglo con los bonistas por parte de hacienda nacional, deberán iniciar el compromiso de efectivizar a los acreedores del Plan Castello, bajo la norma de la ley extranjera, esto fue aprobado por la legislatura por mayoría el 1 de junio.
En una estructura muchísimo menor, está la municipalidad sanantoniense, cuyo componente económico tampoco le sobra nada, menos aún si en el tema de recaudación y cobro de deudas va muy lento.
La llegada del préstamo de Nación, más el ATN que recibirá Río Negro que derramará a las comunas, se volcará en salarios. El punto de inflexión es octubre.
Arribarán con la caja a diciembre «con respirador mecánico». Esperando que la temporada, el eclipse y todos los santos, despejen el mal año y repunten las arcas con una muy buena temporada estival.
Esto sería el premio ante el esfuerzo por contener hasta ahora, el avance de los contagios en las tres localidades.