Los grandes partidos políticos históricos en Río Negro, como también en San Antonio Oeste, muestran rupturas. El peronismo por su lado, el radicalismo por el otro. El camino de la unidad para las próximas contiendas será difícil.
JSRN, si bien tiene hendeduras, por ejemplo, no lo evidencian, pero las oquedades existen. Esencialmente porque el provincialismo acapara a cercanos y seguidores, los contienen en los estados públicos, con esto va conformando base, evitando fracturas.
En el peronismo, está visto que la interna dejó bastante heridos, por eso ya iniciaron algunos, el proceso de hacer partidos vecinales, para salirse de la estructura. Noale busca consolidar la Unidad Básica y a partir de allí, sentar las bases para la nueva elección municipal, mientras continúa con su crítica hacia la conducción central provincial.
El radicalismo, pos convención, volvió a la ebullición. Al menos por estos lugares. La renuncia completa de la conducción en Las Grutas, dará paso a que los históricos tomen ese espacio. Los que llegarán, seguramente tras una posible intervención, son más propensos a la idea que surgió en Choele Choel, la de alinear a la UCR con el provincialismo o bien ir con la histórica Lista 3.
San Antonio Oeste va camino a una unidad partidaria, porque la mayoría se sienten más cómodos con estar fuera de Juntos por el Cambio.
Es sabido que habrá radicales que van a ser miembros de la alianza que llevará como candidato a Tortoriello como gobernador. Lo dijo el cipoleño hace pocos días “los que trabajaron para JxC seguirán con nosotros”.
Esto fue en referencia a la Convención que votó a Marcelo Cascón como presidente de la misma y lo tildó de “alineado” a JSRN y machacó “tenemos valores opuestos”.
Está visto que la UCR ve al actual diputado nacional como un “personalista” en la política y siempre esto arrima conflicto en las alianzas porque la posición que hoy tiene el ex intendente y se nota, no lleva a la adopción de posturas colectivas.
El PRO rionegrino hoy tiene la misma orientación que los partidos tradicionales como el PJ, la UCR y JSRN: el círculo de la deliberación se ha estrechado tanto que unas pocas personas son las encargadas de tomar las decisiones.
Esta definición lo completa: «la autonomía negociadora es, cada vez más, la autonomía del líder y debilita el pluralismo en las organizaciones» detalla la doctora en Ciencias Políticas Victoria Zunino, quien ha estudiado el “Yrigoyenismo”.
Actualmente lo denominan “mesa chica” que acompañan las decisiones unilaterales, que se imponen desde hace un tiempo por estas regiones.