La cuarentena obligatoria, traerá seguramente problemas económicos graves. Es una obviedad, pero mencionarlo no está demás.
Las Grutas avizoraba una importante afluencia, con dos fines de semanas largos casi cercanos y principalmente Semana Santa Al principio de la temporada, muchos comerciantes esperaban hasta la misma, para continuar con sus ventas, aprovechando el clima, que generalmente en abril es benévolo y los turistas se vuelcan a las costas.
Pero el universo tenía preparado otro rudimento y se transformó en pandemia, avanzó un virus que, si bien es invisible, hace que la economía cruja hasta los cimientos, y pone en peligro la vida de las personas.
Hoy los hoteleros, quienes debieron suspender todas las reservaciones, e incluso algunos con devolución de dinero, observan que la problemática se acentúa aún más.
Nadie sabe cómo seguirá y tampoco una idea cabal, hasta dónde continuará la cuarentena, para todo ese sector.
Precisamente los hoteleros y gastronómicos, están solicitando créditos a tasa cero, que permita hacer frente a compromisos de pago y contar con un sistema de asistencia especial para los salarios.
En los últimos días instan al Gobierno a que se los exima del pago del impuesto a los débitos y créditos bancarios, y contar con la prórroga de vencimientos del pago de impuestos y servicios públicos, así como la ampliación de la moratoria impositiva que incluya las deudas generadas durante este periodo de crisis.
Para los especialistas, los pronósticos son sombríos con la región patagónica, porque los destinos se encuentran a largas distancias y creen que la gente preferentemente, una vez finalizada la cuarentena, se vuelque a los centros turísticos inmediatos, serán aquellos cuya economía personal puede solventar un fin de semana largo.
El turismo significa el 30% de los ingresos para Río Negro y el 50% en el ejido sanantoniense. Si bien el verano y el eclipse queda aún lejos, la problemática tras el aislamiento dejará un tendal, el sector viene de dos años continuos de alta inflación, devaluación permanente y recesión.
Pero cabe destacar que el turismo en este lugar, no solo son hoteles, complejos y restaurantes. También lo son artistas, artesanos, vendedores ambulantes, fábrica de helados, alfajores, tiendas, regalerías, mozos, mucamas, cocineros, en fin, un amplio espectro que afectará directamente a todos lo que engloba.
Hasta ahora la provincia no evidenció solución en base a los medianos y mayores contribuyentes. Sí la gobernadora favoreció a quienes son monotributistas y pequeños emprendedores, con una serie de medidas tendientes a paliar la situación actual.
Tampoco sabemos si el Ministerio de Turismo a cargo de Marta Vélez tiene un plan provincial, mientras que el plan nacional llega con escasas medidas y sin apoyo al crédito bancario.
Virtualidad
El municipio de San Antonio debió diversificar su tarea administrativa teniendo en cuenta que la modernización de estado, alcanzó a estos lugares, para favorecer en breve el pago de tasas de forma electrónica, un paso adelante.
San Antonio recibirá 3,4 millones de pesos del fondo de Nación que coparticipará provincia. En tres partes iguales (1,13 millones).
Es una ayuda, porque en realidad ese dinero solo alcanza para sostener los trabajos de la cuarentena. De todos modos, la provincia, a diferencia de otras, enviará el dinero a las comunas para contener problemas que surgen en esta situación de emergencia sanitaria que seguirá por lo menos hasta el mes de mayo.
El municipio sanantoniense no tiene sobresaltos por posibles contagios, las restricciones por ahora funcionan y solo hubo pequeñas alarmas, que no resultaron positivas.
Esto seguirá, la economía, si bien preocupa, se verá después como se retoma. Lo que ahora empezará a inquietar, es el estado particular de muchas familias.
Si bien le acercan módulos alimentarios semanalmente, no alcanza y no todos tienen la esperanza de cobrar la ayuda de Nación.
A un mes de la cuarentena, la pobreza empezará a golpear aún más las puertas.