Inicio Actualidad Editorial: un mes después

Editorial: un mes después

Una de las máximas de Nicolás Maquiavelo dice “los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio”.

Esto, que señala el autor de “El Príncipe” novela que frecuentemente leen políticos y empresarios, muchos lo tienen de libro de cabecera, se aplica a quienes les importa los bienes, por encima de los hombres. Si lo trasladamos a este tiempo: la plata, es más importante que la salud.

Casadei escuchó las directoras de los hospitales locales, el de cabecera diezmado su personal por las bajas frente al contagio de coronavirus, uno chofer luchando por su vida. Entre la angustia y la preocupación, el intendente entendió el mensaje y decidió acompañar el cordón sanitario.

Los que estuvieron presentes posteriormente en la reunión del COEM, finalmente votaron a favor del mismo, comprendiendo el problema que se avecina. Por la curva de contagios, esta semana, pegaría un salto exponencial, por el promedio de activos diarios.

A pesar que se explicó, muchos no quieren la restricción. La pérdida de su patrimonio, era más importante que el bienestar colectivo.

El Covid19 vino a desnudar el sistema de salud, cruje por todos lados, el segundo destino turístico del verano en Río Negro, no tuvo siquiera la capacidad para afrontar el 0,7% de contagios, del total de la población del ejido sanantoniense.

Será difícil, sobre todo ante la perspectiva política que se observa en estos tiempos, pero cuando termine la pandemia, deberá la sociedad reclamar para el futuro de sus hijos y nietos, cuando lleguen nuevas o parecidas situaciones, que la estructura sanitaria esté al menos, preparada.

Un mes después del primer positivo, el ánimo de la sociedad, llega resquebrajado, luego de pasar por el constante miedo y la incertidumbre.

Son notorias las consecuencias económicas, públicas y privadas, plenamente visibles y lo serán mucho más cuando la sociedad se encuentre cara a cara con la realidad, si llega o no finalmente la temporada turística o cuando finalice la pandemia, que promete ser extensa.

Una vez más, la determinación de los sanantonienses, grutenses y portuarios serán puesto a prueba. Eternos sobrevivientes, el temple lo tienen en su ADN, años viviendo sin agua, con pocos recursos y siempre sobrellevando las crisis, hoy enfrentan la amenaza del virus que alcanzó a todo el país.

Habrá caída económica, habrá desazón, presumiendo que aún falta lo peor, el futuro se percibe frágil, justo cuando más necesitarán extremar fuerzas.

Pero penosamente, en este contexto afloraron las divisiones, la coerción y algunos despertaron después de años de quedarse en el rincón sin hacer nada, viendo como otros sumaban para sí mismo. Estos justamente se creyeron invulnerables, impiadosos de que nada podía pasarles y cuando sí les sucedió, reniegan y comenzaron a exteriorizar temor.

El sociólogo Sigmund Bauman, señalaba los múltiples temores que acechan a la sociedad, con los cuales la misma debía acostumbrarse a convivir, para poder vivir. Escribió «el miedo es el término que empleamos para describir la incertidumbre que caracteriza nuestra era moderna, nuestra ignorancia sobre la amenaza concreta que se cierne sobre nosotros y nuestra incapacidad para determinar qué podemos hacer (y qué no) para contrarrestarla».

También detalló «los peligros que se temen pueden ser de tres clases. Los hay que amenazan el cuerpo y las propiedades de las personas. Otros tienen una naturaleza más general y amenazan la duración y la fiabilidad del orden social del que depende la seguridad del medio de vida (la renta, el empleo). Y luego están aquellos peligros que amenazan el lugar de la persona en el mundo: su posición en la jerarquía social, su identidad (de clase, de género, étnica, religiosa) y, en líneas generales, su inmunidad a la degradación».

Esto que expresa Bauman les pasa a muchos de la sociedad a nivel nacional, provincial y local, pero siempre hay “luz al final del túnel”, deberemos cruzarlo y prepararnos para el encuentro con la inexorable y posiblemente dolorosa realidad.

QUÉ TE GENERA ESTA NOTICIA

SIN COMENTARIOS