El BID aprobó el financiamiento para ejecutar la obra infraestructura rural a través del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales. Esta operación se complementa con un crédito del BEI de EUR. Se trata de la primera inversión de estas características que realiza la institución europea en la Argentina.
Con esta reciente aprobación del Directorio del Organismo Financiador, el Ministro de Economía, Sergio Massa, dispuso que se inicien inmediatamente las tramitaciones, lo que permitirá suscribir el convenio con el BID e iniciar la ejecución de esta nueva operatoria a la brevedad que incluye la 1ª Etapa, Acueducto productivo-turístico San Antonio Este – Pozo Salado, en Rio Negro. El plazo de ejecución es de 5 años.
Esencialmente esta obra es para profundizar la actividad agropecuaria en el departamento y llevar el vital líquido a la costa atlántica. Tendrá una consecuencia en el cambio en la calidad del agua y habrá una mayor eficiencia de aprovechamiento de la superficie ganadera a raíz de una mejor distribución del agua.
El proyecto preliminar destaca que el área ocupa el extremo este de la provincia de Río Negro, al suroeste de la ciudad de Viedma. Delimitada al sur por el litoral marítimo y al norte por la ruta nacional n° 3, se extiende desde el valle del Río Negro en el este hasta la localidad de Bahía Creeck en el extremo oeste.
El estudio presentado
Considerando el sector ganadero abarcará una superficie de 31000 has y respecto al sector turístico 68 km, comprende entre otras cuestiones, la caracterización del agua subterránea de la región, la demanda actual y potencial del sector turístico y ganadero, un análisis de alternativas y selección de la mejor provisión invernal de agua, análisis de las alternativas de provisión invernal, elección de la traza del acueducto, asignación de la inversión a los sectores turístico y ganadero.
Además, comprende un cálculo del costo por metro cúbico de agua transportada (en el mismo se especifican las inversiones, los costos de operación y mantenimiento y el costo total), rentabilidad del proyecto (que abarca el cálculo de la rentabilidad para el sector ganadero y el turístico y el cálculo de la rentabilidad global de la obra).
Finalmente, el impacto económico del desarrollo de las dos actividades beneficiarias del proyecto (tanto del sector ganadero como turístico), la identificación de fuentes de financiamiento, y finalmente consideraciones sobre el impacto ambiental del proyecto.