El robo de cables, una modalidad que ya se instaló en San Antonio Oeste

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Es un delito que aumentó en los últimos meses y causa pérdidas económicas, usuarios sin servicios y riesgo para la salud.


El robo de cables es un fenómeno delictivo que en los últimos meses registró un aumento notable.

Hubo tres episodios en una semana, que se suman a otros en períodos anteriores. Por ejemplo, este viernes por la noche atraparon a dos individuos con más de 10 kilos sustraídos de la COMSAL. Conocen el peligro de quedar electrocutados, pero igualmente se arriesgan.

Al igual que en distintos puntos de la provincia, como del país, el cable pesa entre un kilo y un kilo y medio, actualmente en el mercado donde se comercializa está 8 mil pesos.

Los delincuentes, cada 10 kilos reciben entre 8 y 12 mil pesos. Los 100 kilos pueden alzarse entre 80 y 90 mil pesos.

Pero estos hechos no están marcados solamente por la conducta de los delincuentes, generalmente motivada por la extracción de cobre y materiales que pueden ser vendidos para obtener un rédito económico mencionado, sino también por los graves inconvenientes que causan.

Gran cantidad de vecinos que quedan sin servicios como electricidad, Internet o telefonía, pérdidas económicas de importancia para las empresas proveedoras y los usuarios, y hasta un riesgo para la salud de aquellos que llevan adelante los hechos.

Como se explicó, estos hechos tienen que ver con el valor que ha cobrado el metal en la reventa, ya sea hierro o el cobre.

En este contexto, cabe ejemplificar el suceso de este viernes, cuando los ladrones ingresaron a la zona de la COMSAL, al ser visto por un personal que trabaja en Tren Patagónico, tras dar aviso a la policía, escaparon, llevándose unos diez kilos de cables.

Cuando vieron a los efectivos, los ladrones huyeron hacia la calle Tierra del Fuego y fueron atrapados en la esquina con Castello. Los malvivientes son conocidos en el ambiente delictivo y quedaron en la dependencia policial.

El fiscal en turno pidió que trabaje el Gabinete de Criminalística y se inició una causa por robo en grado de flagrancia.

Ahora será determinante que se siga investigando en torno a este delito, para tener datos fidedignos de la red que hay detrás del comercio ilegal de cables, el cual ha dejado sin luz a muchos vecinos que pagan sus impuestos religiosamente.

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