En el bicentenario, entre el federalismo soñado y el centralismo de la metrópoli





El Gran Buenos Aires o llamado conurbano bonaerense con más de 10 millones de personas según el censo 2010, es la región mas densamente poblada del país y en los últimos años el número de habitantes fue en aumento. Esta es una realidad que nadie niega.

La falta de una mirada integradora hacia el interior del país; la carencia de políticas de apoyo para el arraigo de los productores a sus tierras; el debilitamiento de las economías regionales; la concentración de la tierra y los desplazados de sus territorios dan lugar a la inmigración interna hacia la gran capital y sus alrededores causando un crecimiento desmesurado. Además, la mirada centralista es la que pone el foco sobre la gran metrópoli, Buenos Aires, donde -como bien sugiere el dicho popular- “atiende Dios, aunque este en todos lados”.

Años atrás, una propuesta superadora -pero nunca alcanzada-, fue la del traslado de la capital del país a la Patagonia. “Al sur, al mar, al frio” decía el ex presidente Raúl Alfonsín en su idea estratégica que favorecía la descentralización y la integración del sur al resto del territorio.

Por eso, en el fondo de las problemáticas que tiene nuestro país, debe discutirse – además del modelo económico que beneficia a pocos con el esfuerzo de muchos-, un verdadero federalismo que promueva la distribución equitativa de los recursos, la igualdad y la soberanía de las provincias que pertenecen al mismo territorio nacional.

El Fondo del Conurbano y las propuestas de modificación, generan tensión en las provincias y esto se debe a la falta de discusión de la Coparticipación Federal de impuestos en el país.

Si se modifica la Ley del Impuesto a las Ganancias y se elimina el tope de 650 millones para la provincia de Buenos Aires, esto impactaría negativamente en Rio Negro que dejaría de percibir 1.300 millones de pesos, la mitad del presupuesto en salud.

No quiere decir que no sea legítimo el reclamo de la provincia de Buenos Aires por mayores fondos y mayor autonomía, lo que afirmo es que no podemos aprobar un beneficio de esta índole en forma aislada, sin incluir en la discusión a todas las provincias que se verán perjudicadas.

No olvidemos además que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue favorecida recientemente con un decreto que triplica su coparticipación, atención que no tuvo con otras jurisdicciones.

La solución sigue siendo que en forma urgente se debata una nueva Ley de Coparticipación Federal, donde se contemple la devolución de lo que la Nación retuvo del 15% de la coparticipación en los últimos 5 años. Y en el caso de Rio Negro, es necesario se proceda a la compensación de la deuda pública rionegrina con los montos adeudados por nación. Sin ese debate prioritario, ¿en qué miserable lugar ubica la nación a Rio Negro?

También debemos avanzar hacia un sistema tributario progresivo y gravar la renta financiera. Es erróneo pensar que a nuestro país no le conviene hacerlo, cuando en naciones europeas, EEUU, incluso Chile y Brasil tienen este gravamen.

Esta medida aislada no es bienvenida. Deben corregirse a lo largo y a lo ancho del país inequidades e injusticias que afectan a todas las regiones del país. Debe darse un primer paso en la discusión en el parlamento, donde todas las provincias expongan sus reclamos y sean protagonistas en nuevos acuerdos.

 

Magdalena Odarda

Senadora Nacional

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