ESGUINCE DE TOBILLO





El esguince de tobillo es la lesión de la extremidad inferior que con más frecuencia se atiende en Urgencias y Atención Primaria. Su incidencia se sitúa en 1/10.000 casos al día. Hasta el 44% de los afectados pueden presentar un año después dolor, inestabilidad mecánica o funcional, por todo ello es importante el adecuado manejo inicial. Afecta con más frecuencia a individuos entre los 21 y 30 años de edad y es una causa importante de incapacidad transitoria, la segunda patología del aparato locomotor en horas de trabajo perdidas.

Causas.

Está considerada una lesión ligada al mundo del ejercicio físico, sin embargo es un problema que acontece de manera frecuente dentro de las actividades del día a día, ¿quién no ha sufrido alguna vez un esguince de tobillo? Algunas causas predisponentes son:

  • Esguince previo con un inadecuado o insuficiente tratamiento rehabilitador.
  • Calzado inadecuado.
  • Pie cavo-varo.

Los síntomas más comunes y reconocibles son:

  • Dolor intenso en la articulación: suele derivar en la imposibilidad de mover la articulación afectada y apoyarla.
  • Inflamación de la zona afectada y calor local.
  • Aparición de hematomas.

Grados de esguince de tobillo.

Grado 1: solo hay una distensión del ligamento sin desgarro del mismo, es el esguince más leve.

Grado 2: pueden ser leves o moderados y existe desagarro del ligamento sin llegar a rotura total.

Grado 3: rotura total del ligamento.

Una buena exploración física y en algunas ocasiones un estudio radiográfico (que no siempre es necesario) ayudaran al diagnóstico médico.

Tratamiento.

Los objetivos del tratamiento son:

  • Disminuir el dolor.
  • Disminuir la inflamación.
  • Evitar la inestabilidad crónica del tobillo.

De forma general en esguinces grado 1, 2 y 3, el tratamiento se basa inicialmente en reposo, frío, inmovilización, elevación y posteriormente fisioterapia. Reposo con la extremidad elevada para facilitar el drenaje del edema y que el pie no se hinche. La aplicación de frío local disminuye la inflamación, el dolor y el  tiempo de recuperación; aplicar 10 a 15 minutos cada 2-4 h los primeras 72 horas. La inmovilización más adecuada depende del grado del esguince. Toma de antiinflamatorios según pauta médica. Los esguinces grado III en ocasiones y dependiendo de la demanda física del paciente pueden requerir algún tipo de cirugía.

Con un tratamiento adecuado, los esguinces de tobillo en la mayoría de los casos curan rápidamente y no se convierten en un problema crónico. Sin lugar a dudas, como en todo tipo de lesiones, la prevención es el mejor tratamiento.

Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.

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