Pasó el debate del presupuesto provincial y el Frente para la Victoria dejó un halo de grieta entre sus filas que nos lleva a pensar que puede pasar también en San Antonio Oeste. Varios mandatarios comunales, enviaron una nota el pasado miércoles al presidente de la bancada peronista Alejandro Marinao, solicitando que se vote en general el presupuesto y oponiéndose en particular, los artículos en los que se pedía el endeudamiento. Entre los intendentes que firmaba la nota estaba Luis Ojeda, que explícitamente pedía, junto a ocho pares más, el apoyo al presupuesto del gobierno de Alberto Weretilneck. Los únicos que votaron en consecuencia por solicitud de esos intendentes peronistas fueron Rivero y Maldonado. En contra del pedido de su intendente comunal, Javier Iud sufragó en disidencia, luego, en su cuenta de la red social, el legislador circuital justificó su voto mencionando «Por disciplina partidaria voté todo en contra. Así lo decidió la mayoría de mi bloque». Previamente, en medios viedmenses, había señalado que quería votar en general, «de todas maneras como oposición me pareció razonable aprobar en general el presupuesto para que no se diga que ponemos palos en la rueda». Sus palabras demuestran una total incomodidad partidaria. Esto puede quedar en el anecdotario de la contraposición de pensamientos sobre el presupuesto provincial 2016 entre Iud y Ojeda, pero demuestra que el peronismo está en un filo del quiebre sectorial. Ojeda siguió quizás la línea «pichetista», luego Rivero y Maldonado fueron los hoplitas del senador. El resto de los legisladores se inclinaron por el rechazo pleno que solicitó la noche anterior al debate el intendente roquense Martín Soria. Marinao quedó debilitado. Su bloque no votó en consecuencia del pedido. Se dividió. Obviamente el gobernador se descargó contra «los quince» que hicieron peligrar el presupuesto del año que inicia “quien rechaza el endeudamiento, como lo hizo el FpV, está proponiendo que echemos empleados públicos, que les bajemos el sueldo; plantean que bajemos la calidad de la educación y la salud; que tengamos menos seguridad; o que no acompañemos a las actividades productivas”. Aprovechó el mandatario comunal para despacharse en contra de los legisladores, en mensaje indirecto para Martín Soria. Hubo nota y Martín dice que no… Al otro día Soria salió a manifestar que varios intendentes, quizás entre ellos Ojeda, lo llamaron para mencionarle que nadie firmó “ninguno me habló de esa nota. Tal vez fue una avivada. Todos sabemos, sobre todos los justicialistas, del rol de Pichetto con Macri y Weretilnek” quiso decir que en realidad no hubo nota… pero que si la hubo… que fue parte de la viveza… y en definitiva metió «a todos en la bolsa». El peronismo sigue en su debate interno, siguen las asperezas. Lo de Rivero y Maldonado caló fuerte en el seno del «sorismo» quien culpó a estos «soldados del pichetismo» ser parte de una red de casualidades. El senador sigue siendo mucho más astuto, continúa estando años luz «de los pibes». Quiebres Dicen que la discusión entre el concejal Sánchez Pino y el secretario de gobierno Garriga Lacaze alcanzó tonos altos. El edil le reprochaba al funcionario que debieron acompañar la iniciativa del concejal Clemant en rechazar el veto de la publicación de edictos vía web, porque no estaba bien determinado. Garriga Lacaze es quien redacta los vetos. Sánchez Pino le dijo que no estaba completo el decreto y discutieron. Tuvo que intervenir el intendente Ojeda. Sigue habiendo una falta de diálogo y de intermediación entre el bloque del FPV y el ejecutivo. En la reunión por los paradores, la ausencia de algunos miembros, hizo que la oposición vea el escenario favorable para avanzar contra el terreno del ex delegado Sánchez. La realidad marca que el predio no fue entregado de manera regular, pero el oficialismo pudo evitar esto, la consecuencia es dejar intersticios para que los opositores avancen y los costos políticos son cada vez más elevados. ¿No hay ninguno en el ejecutivo municipal que piense los escenarios que se avecinan?, la oposición estudia, cada vez más de forma minuciosa, las situaciones que se van planteando y encuentra resquicios en el accionar del ejecutivo. Seguro que habrá más sorpresas. Olor a mierda Las Grutas debe soportar cada año la emanación de los piletones de decantación cloacal cuando el verano se hace intenso y el calor con el viento dispersa los nauseabundos olores. Ahora le tocó a San Antonio Oeste también oler lo que derraman en el kilómetro 1035 de la Ruta Nacional 3, en la zona donde están los sistemas de decantación de cloacas y en donde los camiones atmosféricos derraman a la saturada zona con pestilente líquido de los pozos ciegos. ARSA impide que se arrojen en sus depósitos y los detritos de los camiones van a una zona que eligieron por encontrase al costado de los depósitos cloacales y cerca de la marea. La saturación hace que los excrementos queden a la intemperie y las moscas que se acumulan por el efecto del viento norte lleguen hasta la localidad. Nadie pon un coto al vuelco indiscriminado y por consiguiente a la putrefacción. Es hora de que ARSA y el Municipio actúen en consecuencia, como también los guardianes del medio ambiente. Hay cosas que no se perdonan. Carlos Aguilar @caa174