Gonzalo Peñepil juega al fútbol desde pequeño se nota que ama lo que hace y esa pasión que le inculcó su padre hace que ese fuego interno por estar siempre en un campo de juego no se apague. Todo por el contrario busca siempre mejores horizontes para poder hacer lo que le gusta.
Viene de un paso más que interesante por el Club Atlético de Rio Colorado que comanda el conocido director técnico Eduardo Labiano.
La charla con el jugador tiene matices interesantes sobre cómo ve y siente el deporte, pero sobre todas las cosas pone un acento en darle prioridad a las divisiones formativas, al trabajo que deben hacer los clubes con los niños.
La posibilidad cierta de que puedan realizar una prueba o tal vez que exista una mirada profesional que permita a quienes se vislumbran como posibles intérpretes del deporte más popular el paso por alguna institución de relevancia.
“Me encontré con otro tipo de juego, es otro el incentivo y también te encontrás con otro tipo de canchas, me he sentido muy cómodo jugando ahí” cuenta sobre su experiencia en la Liga de Río Colorado.
Gonzalo siente que las formativas deben ser acompañadas en todo momento y que trabajo un trabajo serio y a futuro debe hacerse desde ahí: “siempre pensé que es importante trabajar con el fútbol infantil, en esta zona cuando un jugador llega a los 25 o 30 años ya no se le puede pedir más nada, es por eso que entiendo que los clubes locales tienen que trabajar a futuro.”
Un recorrido por su paso por los distintos clubes es inevitable es por eso que cuenta: “mis comienzos fueron en Ferro, luego jugué en Racing con Adrián Osovnikar, a los 17 fui parte de una selección sub 17 de Río Negro y fuimos a jugar a Ushuaia, al regresar “Ñorca” Hernández me dio la posibilidad de jugar un Argentino C con Talleres, luego hice una prueba en el Club Alvarado de Mar del Plata ahí estuve 7 meses así fue que el técnico que tenia se va del club y me lleva a Talleres de esa ciudad donde estuve un año, también estuve en Huracán de Bahía Blanca, hasta que llegue a la Liga de Río Colorado”
El recuerdo permanente de su padre
“Este es mi loco” decía el “Chancho” su padre cuando lo veía a Gonzalo con la camiseta de Talleres disputar el balón con los contrarios entonces viene la pregunta durante la charla con el delantero y la respuesta es sencilla “fue el quien siempre estuvo conmigo desde el comienzo”, “por supuesto que lo extraño, cada vez que entro a una cancha le agradezco por lo que me dio y me enseño”
El deporte pasión de multitudes tiene historias como éstas que invitan a pensar en la realidad que vive un jugador que pretende siempre darle lo mejor al fútbol, condiciones no le faltan aun cuando los tiempos que se viven son difíciles, aun cuando el deporte más que dar muchas veces quita, Gonzalo Peñepil disfruta haciendo lo que le gusta, pero también intentando transmitir conocimientos y experiencias a quienes vienen pidiendo permiso para mostrar lo suyo…
Un jugador completo, una mejor persona… (por Milton Albariño – NacionEscriba)