Hasta siempre nuestro gran maestro Antonio Torrejón

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El turismo está de luto, perdimos a nuestro gran maestro, ese que impulsó el desarrollo turístico patagónico y por sobre toda nuestra costa.

En una época en la que quizás todos lo veían como una utopía, el claramente lo definió y marcó el rumbo que hasta hoy seguimos.

Pionero en desarrollar, planificar y trabajar por y para la integración turística de toda la Patagonia, como región ante el mundo.

Fue el Primer Ministro de Turismo de Río Negro, y hasta el final de sus días nos acompañó en los diversos roles que ocupó , siempre junto a Las Grutas en cada Feria, en cada Evento, siempre pasando por nuestro stand con palabras de aliento y consejos. (Agencia Turismo Municipio SAO)

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Se nos fue un imprescindible, Antonio Torrejón

En un país considerado potencial y posible para el éxito turístico y en el que tal actividad contribuye de un modo importante y eficaz a alcanzar nuestros objetivos económicos y sociales, es inaplazable mejorar sustancialmente nuestro grado de conocimiento turístico de manera que formación, investigación e innovación, constituyen un solo sistema capaz de asegurar en el tiempo nuestro liderazgo en esta materia y poder continuar como pieza clave del bienestar de nuestra sociedad, así como el de todas aquellas comunidades que encuentran en el turismo la mejor opción, cuando no la única, para salir del subdesarrollo emergente”.

Así decía Antonio Torrejón, quien siempre entendió al Turismo como un medio para un fin social.

Severo, autocrítico y reconocido en innumerables foros internacionales, Torrejón no fue solo funcionario, sino además maestro generoso, siempre empeñado en compartir su vasta experiencia.

A su paso por el ministerio de Turismo de Río Negro (1989-1996) Antonio Torrejón legó los fundamentos de la que hoy es una de las principales actividades para el desarrollo económico de nuestra provincia. Y en tal sentido fue, sin duda, un hombre imprescindible.
Con su partida, el turismo regional queda hoy de algún modo un poco más huérfano. Quienes conservamos el orgullo de haberlo conocido bien sabemos que Río Negro tiene por siempre con Antonio Torrejón, una deuda imprescriptible. (María Eugenia Martini, FDT)

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