A pocos días del comienzo de un nuevo ciclo lectivo, la Agencia para la Prevención y Asistencia ante el Abuso de Sustancias y de las Adicciones (APASA) lanzó una campaña de concientización destinada a padres, madres y alumnos secundarios.
El objetivo es prevenir situaciones indeseadas relacionadas con el festejo conocido como Último Primer Día, caracterizado por realizarse la noche previa al primer día de cada ciclo lectivo, con la particularidad de la organización de fiestas y un preocupante consumo de alcohol y otras drogas.
La importancia del rol de los adultos
El Último Primer Día es un festejo que se viene haciendo desde hace algunos años y que propone que los jóvenes del último año se junten en la noche previa al último primer día, con la idea de no dormir y festejar.
Desde la Agencia se insiste a los padres o referentes adultos a cuidar a los/las adolescentes, hablando del tema, mostrando las diferentes formas de diversión sin necesidad de consumir alcohol u otras drogas.
Último Primer Día: Cómo cuidamos a nuestros jóvenes
Recomendaciones para el último primer día de clases:
- Pensar y problematizar desde la escuela el rol de los adultos en estos eventos: trabajar articuladamente con las familias y adultos de la comunidad para generar acuerdos y prácticas de contención y cuidado para este evento. Se trata de alojar y contener a las y los jóvenes y no de dejarlos solas/os.
- Tener en cuenta el lugar que ocupan los rituales y las celebraciones en las juventudes y en la sociedad en general. Hablamos aquí de caracterizar estas prácticas, problematizarlas y promover prácticas más saludables y no de anularlas o prohibirlas. En este sentido, es importante incluir a toda la comunidad educativa, en el desarrollo de estrategias preventivas y de cuidado.
- Diseñar anticipadamente desde la escuela propuestas para este evento e incluirlas en la planificación anual de la institución. Puede trabajarse aquí sobre los acuerdos institucionales de convivencia construidos conjuntamente entre toda la comunidad educativa, de modo que se reafirme la responsabilidad colectiva en torno a las prácticas de cuidado para este día.
- Brindar información científicamente validada, actualizada y acorde a fin de problematizar el consumo de alcohol y sus consecuencias físicas y sociales.
- Trabajar y promover, desde la escuela, prácticas de cuidado entre pares de manera transversal. Y comenzar a pensar los festejos del Último Primer Día desde el año anterior en conjunto con las y los estudiantes.
- Potenciar los espacios de participación que las y los jóvenes ya tienen en la institución escolar (por ejemplo, el Centro de Estudiantes), incluyéndolos en la planificación y armado de este día (horario de ingreso, permanencia en la escuela, actividades, etc.).
- En el caso de aquellas y aquellos estudiantes que no puedan sostener la jornada ese día en la escuela, puede acordarse que no asistan, pero que las familias, las escuelas y la sociedad trabajen en articulación para garantizar los cuidados de esas y esos jóvenes. Y que, luego, se pueda reflexionar sobre estas situaciones en el ámbito escolar.
- Buscar que las medidas que se tomen desde la escuela no sean únicamente prohibitivas o sancionatorias. Es importante que esto sea tomado como un hecho pedagógico y poder trabajarlo con las y los adolescentes para reflexionar críticamente sobre estas prácticas.