Frente a la imparable ola de inseguridad que azota a San Antonio Oeste y Las Grutas, ¿en qué momento las autoridades municipales y provinciales le van a reclamar a la Justicia, con firmeza y no por compromiso, que trabe la puerta giratoria por la que entran y salen criminales a su antojo?
Todos los que caen presos “cuentan con frondosos prontuarios”, según las crónicas que leemos a diario. Sin embargo, no parece importar a fiscales y jueces quienes, en juicio sumario, los liberan sin ningún pudor. Y a las pocas horas, los vuelven a detener por otros robos. Ha ocurrido en estos días. Insólito.
La impotencia del brazo ejecutor de la Justicia, la Policía, es total. Trabajan para nada y, encima, sin elementos básicos como un patrullero. Los mismos ladrones les hacen pito catalán a los policías y –cuando son detenidos- les avisan que a las pocas horas estarán en la calle. Y esto, fatalmente ocurre.
¿Quién encubre a los delincuentes locales? ¿Qué protección tienen que se mueven con total impunidad? ¿O es que la Justicia rionegrina aplica el principio zafaroniano a raja tabla? ¿Estarán esperando que maten a un vecino en un robo? ¿No los detienen porque no hay lugares de detención disponible por falta de una política carcelaria provincial?
¿Y los diputados integrantes de la Comisión Sala Acusadora de la Legislatura, no notan la creciente inseguridad que motive el pedido de juicio político a aquellos magistrados que tienen un patrón de conducta en hechos penales? ¿El Consejo de la Magistratura es permeable a hacer a un lado los jueces de comportamiento tan flexible con los delincuentes?
Muchas preguntas a las que los vecinos reclamamos respuestas urgentes antes de que una tragedia golpee la puerta de nuestra comunidad. Y si esto ocurriera, la responsabilidad deberá recaer sobre las autoridades quienes están obligadas a garantizar una de las tareas centrales que tiene: la seguridad.
Fernando Frugoni – Legislador Provincial (electo)
Circuito Atlántico – Cambia Río Negro