Tomás Cabaña sostiene que él estaba trabajando en el boliche de Las Grutas, donde ocurrió todo, y que lo involucraron sin tener nada que ver.
El último fin de semana, más precisamente el sábado 12, se dio un hecho en Las Grutas que tiene dos campanas. Por un lado, la información oficial indica que dos individuos oriundos de Roca, que fueron identificados como Ezequiel Calfupan, de 32 años y Tomás Cabaña, de 22, habían protagonizado disturbios en la puerta de un reconocido boliche de la ciudad balnearia.
Luego de eso, siempre el parte policial, le pegaron a una mujer policía. Sin embargo, desde el otro lado, Cabaña sostiene que no tuvo nada que ver con lo que pasó, que fue agarrado arbitrariamente y que incluso el golpeado fue él. Hasta sostuvo que tiene costillas fisuradas.
“Me encontraba trabajando por la temporada, momento en el que se empezaron a pelear dos personas. Cuando pasaron cerca mío, personal policial me realizó una toma y me desvanecí. Cuando recuperé el conocimiento estaba esposado y recibí golpes sin parar, tanto para que me suban al patrullero como en la comisaría, donde me golpearon por más de cuatro horas”, le contó el joven a ANRoca.
Siempre según su versión, fue tal la cantidad de golpes que recibió, que tuvo consecuencias que aún persisten en su cuerpo. “Sufrí fisuras de tres costillas, el pómulo izquierdo y el ojo morados, la mandíbula izquierda inflamada porque me pisaron allí, tengo golpeada toda la cabeza, tuve derrame de un ojo y lesiones en los brazos y las piernas”.
Por otro lado, remarcó que nunca le ofrecieron asistencia médica policial y que más tarde fue atendido por otros médicos que pueden acreditar su relato. Más allá de esto, el temor de Tomás todavía persiste. Se tuvo que volver a Roca y perdió su trabajo. No quiere regresar por temor.
Más allá de esto, en los próximos días, cuando esté más tranquilo y pueda recuperarse del dolor general, irá a la fiscalía de San Antonio Oeste. Realizará su descargo correspondiente para que su nombre no quede manchado.