Las Grutas posee rincones que conservan una identidad particular, lejos del bullicio y más cerca de la naturaleza. Uno de ellos es La Rinconada, una playa tranquila y especial que invita a relajarse entre rocas, arena fina y el permanente vaivén del mar, que al llegar a la costa lo inunda todo con su frescura.
A diferencia de otros sectores del balneario, en esta bajada no hay paradores instalados directamente sobre la playa, lo que refuerza la sensación de calma y conexión con el entorno natural. El sonido del mar es protagonista: por momentos se intensifica al romper en la orilla y, en otros, se vuelve un murmullo suave cuando el agua se retira.
Uno de los grandes atractivos de La Rinconada es el marcado contraste que ofrecen las mareas. Durante la pleamar, el agua cubre prácticamente todo el sector, mientras que en bajamar se descubre por completo la restinga, ese lecho marino rocoso que deja al descubierto un paisaje distinto. Entre la restinga y los acantilados se forman pozones naturales que resultan una verdadera atracción para los más chicos, ideales para chapotear y jugar con seguridad.
La abundante vida marina es otro de los sellos del lugar. Algas, esponjas, cangrejos e incluso algún pulpo pueden asomar entre las rocas, despertando el asombro de los niños y convirtiendo la playa en un espacio de exploración y aprendizaje al aire libre. Esta riqueza natural también es muy valorada por los pescadores, que suelen acercarse en busca de pejerreyes, peces gallo y sargos. En invierno, incluso, se registran capturas de róbalos.
Un dato que no pasa desapercibido es la existencia de una pequeña pileta labrada en la restinga, que permite seguir disfrutando del agua cuando la marea baja. De poca profundidad, se transforma en un espacio seguro y muy elegido por las familias con niños.
Para llegar a La Rinconada es necesario ingresar por el acceso norte de Las Grutas. Poco después de la terminal de ómnibus, en dirección al mar, un camino conduce directamente al ingreso de la bajada.
Un parador cercano con amplia oferta gastronómica
Quienes busquen servicios pueden aprovechar la cercanía con otra playa del sector, donde funciona un parador desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Allí se ofrecen bebidas, comestibles y un restaurante que propone desayunos, meriendas y comidas, con una carta que prioriza la pesca del día.
Según indicó su permisionario, los precios se mantendrán durante toda la temporada de verano. Entre las opciones se destacan:
- Pescados y mariscos: Salmón blanco ($10.900), salmón rosado ($20.900), trucha patagónica ($18.000), merluza ($8.500), lenguado ($9.900), besugo ($7.300), pez gallo ($8.000), róbalo ($11.000), cazón ($7.000), gatuzo ($6.000), raya a la plancha ($7.800), pulpito a la gallega ($24.900), mix de mar ($25.000), rabas ($20.000), langostinos apanados ($20.000), calamares ($8.000), entre otros.
- Platos elaborados: Paella ($26.500), cazuela ($27.500), mix de gratinados ($15.000), milanesa de pescado ($9.900), bogavante/merluza ($9.900).
- Pastas: Sorrentinos ($10.750), sorrentinos especiales ($10.350), ravioles de espinaca ($7.800).
- Carnes y otros: Bondiola o tira de asado ($9.900), hamburguesa completa ($15.000), provoleta con jamón ($12.900).
- Acompañamientos y varios: Papas fritas ($8.000), ensalada mixta ($8.000), puré ($6.000), empanadas (docena $3.000), aros de cebolla ($8.000), nuggets de pollo ($8.500).
- Pizzas: Muzzarella ($16.000) y margarita ($26.000).
Playa Pet Friendly y controles
A través de la Ordenanza Nº 7.372, la bajada La Rinconada fue designada oficialmente como Playa Amigable Pet Friendly. En los próximos días se instalará la cartelería correspondiente, mientras que se recordó que quienes ingresen con mascotas a playas no habilitadas podrán recibir multas importantes, ya que habrá controles estrictos.
Cabe señalar que este sector queda “casi” sin playa durante la pleamar, por lo que se recomienda consultar la tabla de mareas para planificar la visita y aprovechar al máximo la estadía. Justamente, cuando el agua está bien alta, es el momento preferido de muchos pescadores, que se ubican en las escalinatas y lanzan sus líneas hacia la costa.
Así, La Rinconada se consolida como una alternativa distinta dentro de Las Grutas: naturaleza, tranquilidad, vida marina, gastronomía accesible y un espacio pensado también para disfrutar junto a las mascotas.


