Los integrantes del espacio interno de Juntos por el Cambio denominado Sumar para Cambiar se expresaron respecto a la crítica situación que atraviesa la Salud Pública en Río Negro y su apoyo al justo reclamo del personal.
En una Argentina que genera por día casi 3000 nuevos pobres, en Rio Negro el ingreso de bolsillo de un médico recién incorporado es de $110.000, que es casi lo que se requerirá a partir del informe del INDEC de este mes, para que una familia no sea pobre en Argentina.
Obvio que debería estar casi al doble de esos ingresos, porque el sistema de salud es su personal y ahí debe ir todo el esfuerzo presupuestario a esas 10.000 personas que nos cuidan siempre y estuvieron firmes al frente de la pandemia, que hoy sienten el vacío dirigencial que se necesita en los momentos como este.
Pero el tema no termina solamente en cuanto se lleva al bolsillo cada profesional o enfermero del sistema. Cuando uno mira su recibo de sueldo observa que el sueldo básico ronda los $30.000, el resto -$80.000- son adicionales no contributivos. Es decir solo aportan jubilación por los 30.000. El propio estado rompe una política de solidaridad intergeneracional, esencial para darle sustentabilidad a la caja de jubilaciones y a una declamada sociedad mas solidaria. Después se llenan la boca hablando de derecha o la consabida frase: ¡Ah, pero el neoliberalismo!
El tema agrega más complejidad por que el pago está basado en contrato de horas por semana 44, 40, 20 etc. Este vetusto sistema de pago, que es para obreros de las viejas fábricas, no permite promover a aquellos enfermeros, médicos, mucamos etc, que no solo trabajan más, tienen una calidad asistencial superior, son cordiales en el trato con las personas que buscan atención etc. No es lo mismo un cirujano que opera más y mejor, que el que no opera. No es lo mismo un médico generalista que se queda en horario vespertino en su sala de atención primaria para que la persona alejada no tenga que ir a la guardia del hospital porque a la mañana trabaja. No es lo mismo aquel profesional que se capacita y lo aplica en su trabajo y ademas lo coparte generando más conocimiento para cuidar mejor a las personas que demandan su asistencia, o, genera investigación aplicada para saber mas de lo que le sucede a las personas que el hospital cuida.
No es lo mismo, pero el sistema los trata como iguales. No se cumple esa regla básica a igual trabajo, igual remuneración. Y, a diferente trabajo diferente remuneración, porque el contrato paga por estar no por hacer y menos aún incentiva por hacer mejor.
Entonces es una buena oportunidad para que el Estado junto con los sindicatos, ademas de buscar que los trabajadores de salud mejoren sus ingresos, busque modernizar el sistema salarial donde la calidad que tenga el profesional sea reconcomido y promovido.
Se debe salir de este sistema obsoleto, que recuerda la vieja Unión Soviética con su
gris nomenclatura, que hace imposible gestionar con metas sanitarias donde los resultados alcanzados en salud también sean valorados y no solo si firma una planilla o pasa el dedo que dice estar presente.
Porque los enfermeros, médicos, bioquímicos, mucamas, administrativos de nuestros hospitales ganen un mejor salario muy lejos de la línea de pobreza, que hagan los aportes que dice la ley y que nuestro mejor personal sea reconocido. El igualitarismo empobrecedor ya demostró su fracaso.
Es hora de cuidar mejor a los que cuidan, eso implica política. Política es priorizar y eso requiere convicciones que sostengan los valores que uno quiere para la sociedad. No todo es igual.
ESPACIO SUMAR PARA CAMBIAR (JxC)