“La unidad no existe, pero el peronismo va a llegar junto a 2019 y con una sola expresión”





Javier Iud (FpV), a pesar de sus 46 años es uno de los legisladores más experimentados del parlamento. Además, goza de la experiencia de haber sido dos veces intendente de su ciudad, San Antonio Oeste, con gran apoyo popular. El diálogo con Diario Legislativo se dividió en tres partes: el trabajo legislativo, la política provincial en el contexto del peronismo nacional y la delicada situación institucional en San Antonio, lugar en el que sigue siendo un actor central.

Venimos preguntando a los legisladores que cumplieron funciones ejecutivas las diferencias entre una labor y otra. ¿Cuál es su visión?

-El trabajo ejecutivo obliga todos los días. Los que fuimos intendentes estamos preocupados porque se recolecte la basura o todas las luces estén encendidas, y de vez en cuando inaugurar alguna obra.

-¿Ser intendente en el interior de la provincia es un poco responder por el gobierno provincial también?

-Somos la caja de resonancia de todos los problemas del pueblo. Cuando hay una falencia en el hospital o una actividad económica tiene problemas, la demanda va al municipio y siempre está el pedido de la comunidad de que el intendente se ponga a la cabeza del reclamo. Y a medida que te alejás de Viedma la situación es mayor. Acá, cuando una familia tiene una problemática determinada en vez de ir a Desarrollo Social de la municipalidad va al ministerio provincial, sabiendo que el presupuesto y la capacidad de respuesta son mayores.

-¿Y la función legislativa?

-Es facultativa. Hay algunos legisladores que trabajan mucho, otros que trabajan menos, otros que trabajan muchísimo en su ciudad y otros que lo hacen en la propia actividad legislativa de despacho. Yo a mi labor legislativa le agrego un contacto permanente con la gestión municipal. Hablo con todo el gabinete y el intendente de San Antonio. Me encargo de gestiones del gobierno municipal y trato de legislar para el municipalismo.

El Castello es un plan que puede ser visto como municipalista y generó controversias en el bloque del FpV.

-Más de la mitad del bloque entiende que el Castello es malo para los rionegrinos. Iremos viendo con el tiempo qué se cumple, qué se hace bien o mal. Pero la realidad es que tenemos distintas interpretaciones los que hemos sido intendentes. Hay obras públicas fundamentales para las ciudades. Alejandro Marinao estuvo 25 años de su carrera política luchando para concretar el gasoducto de la región sur y el plan Castello incluye la obra. Entonces para Marinao es muy difícil oponerse. Es muy difícil explicarle a la sociedad que como nosotros somos un partido opositor no podíamos votar una respuesta a una demanda de 50 o 60 años. A mí me puteaba la gente por el servicio de cloacas en Las Grutas, entonces ¿Cómo le explicaba a esa gente que tenía la oportunidad de votar la obra y no lo hacía?

¿Existe un Modelo Pichetto de parlamentario gestor ante un gobierno?

-Miguel Pichetto fue el mejor senador de la historia de Río Negro. Podría enumerar cada logro conseguido, pero por el que lo van a recordar por los próximos 50 años es la Universidad Nacional de Río Negro. El tipo que posibilitó que miles de rionegrinos puedan acceder por primera vez a la universidad es Miguel Angel Pichetto.

-¿Por qué con ese logro, entre otros, no fue gobernador?

-La suerte no lo acompañó. Los rionegrinos no se sintieron seducidos en ese momento y se sintieron atraídos por una presencia de marketing muy fuerte. Nos ganaron con una canción, entre otras cosas, una canción muy pegadiza que hasta nosotros cantábamos. Alberto (Weretilneck) y Pedro (Pesatti) sonrientes en una camioneta y comiendo tortas fritas en la línea sur, a la gente la cautivó. Miguel es un hombre serio, muy formal.

-Hablando de Pichetto, ¿Qué relación se debe tener desde la oposición con los Ejecutivos de otro signo político?

-Desde el Legislativo se trata de acercarles a los intendentes respuestas del Ejecutivo provincial, pero vienen todos a Viedma, así que los intendentes también mantienen una obligada relación que es saludable. Uno no puede mantener una relación dificultosa o problemática con otra administración, sea un municipio vecino, la provincia o la nación y eso no me convierte ni en aliado, ni en cómplice.

A Martín Soria parece que no le va tan mal teniendo una relación pésima con los gobiernos provincial y nacional.

-No todos somos Roca. Siendo intendente de San Antonio, iba a Buenos Aires o Viedma implicaba ir con una tarjeta, un video y armado de paciencia para que alguien te atendiera alguna vez. Es distinto ser intendente de una ciudad grande que una pequeña. Y también tenemos que reconocer que no todos somos Soria, con sus créditos. Y eso a Martín lo ha favorecido mucho. Ha tenido virtudes y suerte de ser intendente de una de las ciudades más poderosas. El paso para ser gobernador es más sencillo que para otros dirigentes.

Aún sin entrar en el complejo escenario nacional, ¿En Río Negro la unidad del peronismo está garantizada?

-Unidad es un concepto de homogeneidad que entre las personas no existe, pero el peronismo va a llegar junto, y con una sola expresión. El desafío de la conducción del partido y del resto dependerá de la buena relación que se pueda mantener. Dependerá de las actitudes de todas las partes porque hay agotamientos prematuros.

¿De qué habla?

-En 2016 parecía que había Alberto Weretilneck para rato. Ganó en 2015 por el 53 por ciento de los votos, se quedó con la mayoría legislativa, el peronismo perdió la mayor parte de sus intendencias. Pero los errores lo han llevado a que hoy su propia dirigencia piense en una cosa agarrada de los pelos que es la de ver cómo Alberto sigue siendo gobernador. El poder es muy cruel. Yo en 2012 les dije a mis compañeros que en 2015 no iría por un nuevo período como intendente y lo que pasó fue que hubo un relajo hacia mi autoridad.

-Cada día un poco menos de poder.

-Es así. La pérdida de autoridad es tremenda y es lo que le está pasando al gobierno actual, por eso surgen algunas ideas de intentar seguir o inventar un balottage.

En los últimos días se produjo la intervención al PJ nacional. ¿Cómo va a impactar la intervención y la balcanización del partido hacia adentro de Río Negro?

-Hay que apuntar a que no se contravengan los intereses que tenemos como partido provincial. No entiendo los motivos de la intervención. Hay fenómenos políticos. En 2017 se vació el PJ. Cristina fue candidata por Unidad Ciudadana. El peronismo quedó muy lesionado. No justifico la intervención, pero hay una realidad que no se puede negar: en 2017 algunos dirigentes tuvieron una actitud de desprecio con el peronismo.

-¿Cómo se explica la complejidad institucional en San Antonio, con el pedido de interpelación al intendente Ojeda?

-Sucedió una tragedia que obliga a que el Estado revise sus organismos de control, y es lamentable el aprovechamiento político que se intenta tener a partir de la muerte de un joven que tiene la edad de mi hijo.

-A propósito, fue polémica la sesión en la que se aprobó la interpelación.

-Fue la muestra de que buscan un aprovechamiento político. El intendente se presentó y el presidente del Concejo (Luis Esquivel, del FpV) le negó la posibilidad de hablar, cuando tenía las mismas 21 preguntas que va a tener en la interpelación. Hay un grado de soberbia y autoritarismo, y quedó demostrada la intencionalidad política, porque están preocupados por ver cómo pueden adjudicarle al intendente la muerte de un chico en un club de barrio sin sugerirle a la querella o aportar datos a la fiscalía para ver quién fue el electricista que hizo todo mal, quién explotaba el lugar, quién era el concesionario que lo hacía clandestinamente, queda claro que es una actitud netamente política.

¿Qué significa que sea el presidente del Concejo, del mismo signo político del intendente, quien lleve adelante las acusaciones más fuertes?

-Es muy difícil entenderlo con el archivo en la mano. Hace dos años él decía que yo era uno de los dirigentes más importantes de Río Negro y hoy dice que mi gobierno fue malo que todo se pudrió cuando él no estuvo.

¿Observa una cuestión de aspiraciones personales?

-Fuimos juntos desde el Jardín de Infantes con Luis. Y ahora me llama por el apellido, casi desconociéndome. Y se lo ve tan aguerrido como en la sesión del otro día cuando había cien compañeros y él hablaba de las patotas del intendente, pero eran las mismas cien personas que él iba a buscar para que lo acompañen y voten para ser legislador.

¿Cuál es su aspiración política personal para 2019?

-No me disgustaría ser parte del próximo gobierno provincial y si tuviera la posibilidad de ocupar un lugar en el Congreso de la Nación sería un gran defensor de los intereses de los rionegrinos. Me veo militando en política, empecé muy joven y los cargos que ocupé siempre lo hice gracias al voto de la gente, una vez con el 78 por ciento de los votos para ser intendente.

-¿Una nueva intendencia no está en los planes?

-La etapa de intendente está cumplida. No me veo en el futuro cercano siendo nuevamente intendente, más allá de que es el momento más lindo de toda la carrera política de un dirigente. (Fuente DiarioLegislativo.com)

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