Desde fines de febrero las aves migratorias, de diferentes especies, entre ellas el Playero Rojizo, Becasa de Mar, Chorlito doble collar, por nombrar algunas, se afincaron en esta época en la Bahía San Antonio, área natural protegida.
Incluso favorecidas por la cuarentena en tanto que no hay riesgo de circulación de seres humanos en los sitios que anidan o descansan, están tranquilas para aumentar sus masas corporales e iniciando luego su recorrido al hemisferio norte.
En las playas de Punta Villarino, San Antonio Este, se avistaron la primera tanda de aves migratorias, su llegada estaba siendo esperada por los biólogos y también miembros de la Fundación Inalafquen que este año por las razones del alerta sanitaria vigente suspendió el festival anual.
Como es habitual en esta época del año, en la característica como pintorescas bandadas, se observó el comportamiento de descanso y alimentación.
Las zonas donde suelen instalarse son varias y se distribuyen para reponer fuerzas antes de seguir viaje, esto puede perdurar unos meses.
Algunas de las especies de aves que llegaron en la bandada son Chorlitos doble collar, Chorlo Ártico, Playerito Blanco, Becasa de mar y los populares Playeros rojizos entre otras especies que también se observaron. Los guardas ambientales recuerdan la importancia de cuidar el área natural protegida y no permitir la circulación de vehículos. No solo cuidan las zonas críticas de alimentación, descanso y nidificación, sino también la zona del apostadero (entre las conchillas y la zona de los lobos).
La realidad de estas aves es que su totalidad tienen que seguir varios kilómetros de migración, es de suma importancia su vitalidad, para que puedan lograr recuperar y almacenar toda la energía necesaria para seguir su recorrido.
En los sectores, en las cuales se las encuentra, en la gran extensión de playas, se las observa hasta el atardecer.
Para cuidar de estas especies voladoras e increíbles por la trayectoria que realizan al cruzar el continente, se tiene que respetar los horarios de descanso en marea alta y seguir las indicaciones de los Guardas Ambientales y Guardafaunas. Otra de las peticiones es no arrojar basura o en su caso juntarlas y retirarla del lugar.
Estas aves recién se encuentran arribando a la bahía San Antonio y faltan quizás algunas más por llegar, es una suerte y una necesidad que sigan eligiendo el Área Natural Protegida cómo lugar de alimentación. Por esto se pide el cuidado de la vida silvestre, lo hagamos entre todos. (Fotos archivo enviada por Amira Mandado)