Las Grutas: informe completo del plan de preventivo de derrumbes de línea costera para los acantilados





  1. Objeto:

El presente documento tiene como objeto definir un plan de acción de carácter preventivo que garantice la estabilidad del frente costero que se desarrolla en dirección NorEste – SurOeste desde la playa de “Los Acantilados” hasta la denominada “4° Bajada”, completando un total de 3.000m. A partir de la identificación de las problemáticas, condiciones y estado del acantilado se propondrán diferentes estrategias de trabajo.

  1. Generalidades:

El frente litoral costero se caracteriza por ser una formación de tipo acantilado que a lo largo de su desarrollo presenta diferentes características geológicas.

Bajo la acción de diferentes procesos erosivos, el acantilado manifiesta diferentes problemáticas claramente identificables que progresivamente han generado un aumento de la inestabilidad del frente expuesto.

Esta situación genera desprendimientos o deslizamientos periódicos de masas o bloques de suelo de diferentes dimensiones que al caer sobre la playa comprometen la seguridad e integridad de las personas.

Los procesos involucrados y las propiedades mecánicas del suelo que conforma el frente costero, generan un comportamiento de falla que, desde el punto de vista de la mecánica de suelos, se caracteriza por el colapso o deslizamiento repentino de un bloque respecto a la masa del acantilado.

El mecanismo de falla se origina debido al deslizamiento rotacional del acantilado sobre una superficie cuya resistencia al corte se ha superado. Estos planos o líneas de falla son fisuras o grietas que generan “puntos débiles”.

A pesar de la naturaleza no previsible del tipo de falla, es posible mediante la implementación de un plan de seguimiento visual evaluar la evolución del acantilado y tomar medidas de carácter preventivo sobre estas fisuras pasibles de generar desprendimientos.

El problema actual es complejo debido no solo a la extensión física del frente a monitorear, sino además a la ausencia de políticas de resguardo, estabilización y protección del acantilado a lo largo de los últimos años.

Esta realidad ha generado múltiples puntos críticos de elevada preligrosidad y riesgo para las personas.

El Plan de Acción que aquí se propone requiere de la participación y colaboración de diferentes actores de nuestra sociedad que se involucrarán directa o indirectamente, formando un grupo inter-disciplinario destinado a intercambiar puntos de vista, proponer soluciones, evaluar los planes generados, etc.

El principal objetivo de todas las acciones implementadas o propuestas debe ser salvaguardar la seguridad e integridad de las personas que concurren cotidianamente a nuestras playas.

Desde luego es responsabilidad de quienes participen y de las tareas que se encarguen, garantizar la estabilidad del acantilado sin alterar las condiciones medio ambientales, las características paisajísticas del lugar o comprometer la seguridad de los trabajadores involucrados o de terceros.

  1. Características Geológicas:

En términos generales la composición geológica del acantilado se puede describir de la siguiente manera; “los acantilados están compuestos por sedimentos limo arenosos a limo arcillosos de color amarillo verdoso, a veces con coloraciones castañas, que en ocasiones presentan concreciones arenosas y limo arcillosas.

Este paquete sedimentario expuesto en los acantilados, que pueden alcanzar hasta 8 metros de altura relativa, presenta una buena estratificación horizontal con alternancia de bancos más resistentes.

La diferente competencia a la erosión provoca resalto de los bancos que sobresalen del perfil del acantilado.

Es normal observar en las paredes del acantilado fracturas tanto horizontales como verticales y subverticales, muchas de ellas rellenadas por yeso”.

El proceso de formación de los acantilados se debe principalmente a la acción socavadora del oleaje que erosiona la base o pie del acantilado dejando bloques de material “colgantes” que eventualmente se desprenden bajo un proceso natural que provoca el retroceso del acantilado y la línea costera.

De manera general se pueden identificar tres sectores que presentan diferentes características observables por una marcada estratificación; en base a esta segmentación inicial del frente costero se plantearán diferentes estrategias de manejo:

Sector Uno; entre “La Rinconada” y “1° Bajada”.

Sector Dos; entre “1° Bajada y 3° Bajada”.

Sector Tres; entre “3° Bajada” y “4°Bajada”.

Sector Uno:

En el sector Uno se presentan desprendimientos recurrentes de bloques de diferentes dimensiones, algunos alcanzan los 4-6m de diámetro. Los planos de ruptura observables son rectos y prácticamente planos coincidiendo con fisuras verticales de diferente longitud presentes a lo largo del frente.

La erosión del acantilado genera grandes bloques “colgantes” en altura que sobresalen respecto del frente del acantilado generando un perfil en voladizo sobre la playa.

Dado que el material presenta una baja cohesión y resistencia, es posible fraccionarlo con el uso de las manos.

En este sector el borde del acantilado solo es accesible desde la parte superior en un tramo. En cercanías de “La Rinconada” los médanos cubren el acantilado no permitiendo acceder con equipos desde la parte superior lo que limitará las posibilidades de trabajo.

A unos 1.000m en dirección SurOeste se observa el desprendimiento de bloques de grandes dimensiones, la proximidad del borde superior a la línea de urbanización permitiría disponer de equipos para el izaje de personal. La cobertura con material suelto sobre el acantilado es mínima.

La ubicación de estas playas respecto al centro del ejido hace que la recurrencia de turistas sea relativamente baja. Las infiltraciones a través de la masa del acantilado son bajas o prácticamente nulas.

Dado el tamaño de los bloques y las características mecánicas del material este sector presenta una alta peligrosidad.

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Sector Dos:

En este sector la concurrencia de gente es de las más elevadas a lo largo del frente costero.

La parte superior del acantilado se encuentra recubierta con vegetación típica de la zona. La conocida “uña de gato” cubre una gran porción de la parte superior.

En el segmento medio donde la vegetación no alcanza a cubrir el frente por la pendiente del mismo el material se encuentra muy fragmentado y probablemente sin cohesión. A esta condición se suma la presencia de las aves que nidifican en este estrato debilitando en profundidad la roca.

Las filtraciones de agua son claras y evidentes en el pie a través de la masa del acantilado. La mayor densidad de urbanización del ejido de Las Grutas se encuentra en este sector con lo cual los aportes de agua son cuantiosos.

Las tareas de estabilización de los estratos más frágiles deben ejecutarse desde una posición segura para que el desprendimiento sea por gravedad y solo se precipite a la playa.

Las tareas en este sector deben estar correctamente señalizadas y sin personal al pie del acantilado, si bien la masa de suelo no es grande es difícil predecir que volumen tendrá la cuña que deslice una vez se fuerce el desprendimiento por lo tanto se debe extremas las precauciones.

Se observan además elementos que no pertenecen al acantilado y su proceso de erosión, sino que son propios de la falta de limpieza de quienes ocupan o prestan servicios sobre la línea costera.

Estos elementos presentan un alto riesgo por lo cual es deber intimar para su inmediata remediación.

Sector Tres:

En este sector se observa una importante actividad y flujo de personas que a medida que la pleamar gana terreno acerca a la gente hacia el pie del acantilado.

En cuanto a las características de la formación presenta condiciones similares a las presentes en el sector uno; sin embargo, la presencia de filtraciones de agua a través de los planos de estratificación de la roca es más evidente.

Se puede segmentar de manera vertical el frente del acantilado identificando un nivel base con fuertes filtraciones de agua, un segundo segmento seco con fisuraciones verticales y bloques de medianas dimensiones próximos a desprenderse, un tercer segmento muy estratificado y segmentado aparentemente de menor humedad (ya que recibe gran parte de la radiación solar) que alberga los nidos de las aves autóctonas y finalmente un cuarto segmento que está compuesto principalmente por tierra.

Comenzando desde la parte superior la tierra puede reperfilarse desde la parte superior operando con barras para provocar el deslizamiento del material suelto que probablemente arrastre parte del material seco y estratificado del segmento tres. Esta maniobra ayudará a reperfilar el acantilado suavizando la pendiente.

Para los bloques del segmento dos se trabajará tal cual lo indicado en el sector tres, con el uso de barras desde una plataforma segura y estable forzando el desprendimiento desde las fisuras verticales.

  1. Plan de Acción:

4.1. Acciones inmediatas:

En vista de los recurrentes desprendimientos, la presencia de bloques de diferentes dimensiones que se encuentran en voladizo por sobre la línea de acantilados y la presencia de un gran número de turistas en el pie de la formación, es necesario implementar tareas de carácter inmediato hasta tanto se desarrolle un Plan de Manejo Integral del frente costero.

Es por ello que se propone dividir las tareas en dos metodologías de trabajo según sea posible acceder a la parte superior o inferior del acantilado y de las características de la cobertura del mismo.

Ambas metodologías tendrán como objetivo principal producir la falla de los bloques bajo condiciones de seguridad.

Es decir que el proceso que actualmente se produce de manera natural, imprevista y con riesgo para las personas se manipulará para que se produzca bajo condiciones controladas, en áreas delimitadas y con personal idóneo supervisando las tareas.

Las tareas a ejecutar serán las siguientes:

– Identificación y evaluación de sectores o bloques críticos.

– Planificación y ejecución de las tareas.

– Delimitación del sector de trabajos.

– Señalización y Concientización

– Limpieza del sector.

Identificación:

La identificación de los bloques críticos o sectores que presentan posible inestabilidad, se realizará con la colaboración del personal del servicio de Guardavidas de Las Grutas cuyo conocimiento sobre la evolución diaria del acantilado y la dinámica de ocupación de las playas facilitará la identificación de los sectores críticos o que requieren acción inmediata.

Planificación y Ejecución:

Una vez identificados los bloques a desprender se planificarán todas las tareas y maniobras a ejecutar determinando en primera instancia desde donde se accederá al acantilado.

En esta etapa se determinarán claramente los roles, responsabilidades de cada involucrado y se establecerán líneas claras de comunicación.

Las tareas siempre que sea posible en términos de accesibilidad se ejecutarán desde la parte superior del acantilado hacia abajo. Cuando la pendiente de la parte superior sea pronunciada, el material se encuentre suelto o con baja cohesión el operario no podrá pisar o caminar sobre estas superficies aún cuando se cuente con todos los elementos de seguridad y el operario esté unido a una línea de vida.

En este caso deberá trabajar izado desde un brazo fijo que será provisto por el Destacamento de Bomberos de Las Grutas quién supervisará la maniobra, controlará el izaje y facilitará el arnés y las eslingas para el operario.

El operario deberá contar con todos los elementos de protección personal, guantes, gafas de seguridad, arnés de seguridad, eslingas, ropa acorde a las tareas y los seguros correspondientes. Es importante que el operario seleccionado reconozca los riesgos involucrados en las tareas a desarrollar y como se presenta el mecanismo de falla y desprendimiento de los bloques.

A medida que gane experiencia reconocerá las mecánicas necesarias para forzar el desprendimiento del material sin generar daños, vibraciones excesivas o comprometer su integridad.

El sitio en el cuál se posicionarán los equipos para el izaje se analizará previamente de modo que se evalúen los espacios necesarios y disponibles para maniobras. Se determinará una distancia mínima de seguridad respecto al muro peatonal sobre la cual no se podrá avanzar.

En aquellos sectores desde los cuales el acceso no es posible desde la parte superior se deberá trabajar desde la playa. Si los elementos a desprender son de grandes dimensiones y no es posible el acceso de equipo vial por las condiciones del terreno, se deberá proveer de una plataforma que ponga a distancia de resguardo al operario evitando que trabaje al pie del acantilado. Siempre es importante que la posición desde la cual opere se encuentre por encima del inicio de la falla.

El material estratificado prácticamente suelto que cubre los acantilados en el extremo del sector uno y en el sector tres deberá ser removido desde la parte superior. Progresivamente con el uso de barras de diferentes longitudes se provocará el deslizamiento del material suelto. En caso que las pendientes sean pronunciadas o no estén garantizadas las condiciones de seguridad las tareas se pospondrán hasta tanto se analice detalladamente la solución.

Por la fragilidad del acantilado no se permitirá el uso de equipos de percusión que generen vibraciones sobre toda la masa que favorezcan la aparición de nuevas fisuras agravando la inestabilidad. Es por ello que solo será admitido el uso de herramientas manuales como ser: barretas o barras huecas de punta aplanada; se podrá usar masa manual, corta fierros, picos, palas, cuñas de madera, etc.; su uso será previamente evaluado.

En esta etapa de los trabajos no se intervendrá dentro de las cuevas hasta tanto no se analice en profundidad la magnitud y complejidad de la situación. Se reforzarán las medidas de carácter preventivo desalentando el ingreso de personas con adecuada cartelería de señalización.

Las tareas serán supervisadas por personal de la Secretaría de Planificación que no solo supervisará las tareas sino que además desarrollará informes de los trabajos realizados asentando por escrito y con material fotográfico las acciones implementadas comparando los resultados esperados respecto a los obtenidos.

Delimitación de Sectores:

Previo inicio de las tareas se delimitará y señalizará un sector sobre el frente del acantilado, en caso de encontrarse personas sobre la playa el Cuerpo de Guardavidas ayudará a despejar la zona.

La delimitación se realizará con estacas y cintas de peligro que se quitarán una vez culminen las tareas. Es recomendable planificar la ejecución de estas tareas en las primeras horas de la mañana cuando la actividad en la playa es prácticamente nula.

Limpieza:

Una vez finalizados los trabajos se procederá a la limpieza de la playa dejándola en perfectas condiciones removiendo todos los materiales que se consideren de peligro para los veraneantes.

La limpieza de la playa una vez finalizados los trabajos se coordinará con la Secretaría de Servicio Públicos.

Señalización e Información:

En conjunto con las tareas de estabilización sobre el acantilado se debe hacer un fuerte hincapie en la correcta señalización y mantenimiento de la cartelería promoviendo una activa campaña de información y concientización al turista sobre los sectores más críticos y los riesgos de situarse al pie del acantilado.

Es importante informar y poner en conocimiento a la población sobre la dinámica de erosión del frente costero.

4.2. Acciones a largo plazo:

En conjunto con las acciones indicadas en el punto anterior, es necesario establecer los lineamientos para desarrollar un Plan o Programa de Manejo Integral del Frente Costero que establezca criterios y desarrolle acciones para la conservación y protección de los acantilados.

Este plan deberá abarcar aspectos no solo relacionados con las tareas de estabilización, sino además evaluar e investigar la influencia de otros aspectos de naturaleza antrópica como las redes de drenaje en el sector, el origen de los aportes hidráulicos, el impacto de las vibraciones originadas por el tránsito y el efecto de las cargas existentes debido a la urbanización de la villa balnearia, etc.

Para lograr una mayor concientización una acción posible sería desarrollar campañas en los medios radiales y televisivos y articular con la Oficina de Turismo Municipal la entrega de folletería informativa a los veraneantes.

Se desarrollarán informes periódicos identificando y monitoreando puntos críticos a intervenir para evaluar su evolución, dejando asentado con soporte fotográfico cualquier observación de utilidad.

Se deberá confeccionar un plano del acantilado que sirva de base para la referencia del soporte fotográfico y de los informes que se elaborarán.

Quién se designe como responsable será quién organice y archive la documentación generada y quién anualmente confeccione un informe resumen con las tareas realizadas, evalúe la efectividad de las mismas y se propongan las medidas correctivas a implementar en las futuras intervenciones.

El propósito es generar un proceso que mejore la comprensión de la dinámica del frente costero y resguarde las experiencias obtenidas.

EL INFORME LO FIRMA EL INGENIERO JUAN CRUZ GONZALEZ Y EL INGENIERO MARIO DALMASSO DE LA MUNICIPALIDAD DE SAN ANTONIO OESTE.

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