La madre vivía en Viedma y consiguió trabajo en San Antonio Oeste. Los padres de sus hijos se opusieron a la mudanza. Una jueza de Familia le dio la razón a sólo uno de ellos, que es funcionario judicial. En junio será evaluada la situación.
Una mujer cuyos hijos fueron separados por un fallo denunció públicamente a la jueza de Familia de Viedma, Carolina Scoccia (foto). La mujer se llama Federica -este diario no dará a conocer su apellido para evitar la identificación de sus hijos y en protección de ellos- una joven mamá de una nena de 10 y un nene de 6 años. Es nutricionista y desde hace años busca un trabajo estable que le ofrezca seguridad familiar. A fines del 2016 llegó esa oportunidad en San Antonio Oeste, razón por la cual debía mudarse de Viedma. Al comunicar tal alternativa a los padres de sus dos hijos, ambos se opusieron y la situación se judicializó.
Según relató Federica a “Río Negro”, a pesar de la urgencia del tema porque debía tomar su cargo en forma inminente, la jueza demoró su resolución que recién firmó a principios de marzo cuando los niños habían comenzado las clases en San Antonio.
En ese momento fue notificada que su hija debía volver a Viedma con su padre, pero su hijo podía continuar con ella en la ciudad portuaria. “Con esta resolución de la jueza mis hijos fueron separados como hermanos, y esto me obliga a estar casi en forma permanente sobre la ruta”, dijo Federica. “Acato esta orden pero no dejo que el contacto con mi hija se reduzca a un fin de semana, y entonces viajo día por medio para buscarla a la escuela. Duermo con ella y regreso en la mañana siguiente muy temprano para cumplir con mis obligaciones en el hospital de San Antonio”, detalló.
La medida se basó en lo manifestado por su hija en Cámara Gesell. Federica la consideró “injusta” y puso en duda el proceso ya que el papá de la nena (Juan, a quien tampoco este diario identifica con el apellido en protección de la niña) es funcionario de la Justicia y futuro fiscal.
La resolución de la jueza Scoccia está apelada. La madre de los dos niños aseguró que seguirá golpeando “las puertas que sean necesarias para que me escuchen y que la aplicación de la ley no sea tan fría y no genere tanto daño”.
Consultado por este diario, el padre de la niña se limitó a responder que “este es un tema personal y privado al que no haré ninguna referencia pública en resguardo de mi hija”.
En tanto la jueza de Familia, Carolina Scoccia, explicó a “Río Negro” que esta medida cautelar -además de estar apelada y ahora a consideración de un Tribunal- es transitoria y será nuevamente evaluada en junio, antes de las vacaciones de invierno.
Destacó que en la resolución “fue respetado el centro de vida de la niña, que fue escuchada por mí y por el equipo técnico del juzgado, que trabajó un mes con la familia antes de dar el informe. Se evaluó qué es lo que se consideraba mejor para la nena en ese momento”.
Explicó que en junio la situación será evaluada nuevamente para “determinar si la niña puede irse a San Antonio”, mientras que en relación al nene que fue autorizado a mudarse con su mamá, la jueza añadió que en este caso “fue considerado más beneficioso no respetar su centro de vida y que quedara con su mamá”. La jueza destacó que los dos niños fueron escuchados tal como establece el nuevo Código Civil que contempla el cuidado personal compartido de los hijos. (fuente: rionegro.com.ar)